La temporada de la bruja: Eliminado (2015)

                           La venganza llega online

                                       
Metraje encontrado  es uno de los géneros más recurrentes del terror actual , y este es uno  reciente dirigido por el  cineasta  ruso de origen georgiano Levan Gabriadze, con la producción ejecutiva de  Jason  Blum  y Timur Bekmambetov, referentes en el fantástico de los últimos años en los festivales más selectos para esta clase de películas. El filme que nos ocupa  está narrado casi por completo desde el punto de vista  de una estudiante de instituto  a través de la pantalla de su  MacBook, siendo la protagonista  Shelley Hennig, una de las muchas amigas  de un grupo que se ve aterrorizado  en la red  por una persona anónima.

En Fresno, California,  la estudiante de secundaria  Laura  Barns es  implacablemente intimidada  después de que un vídeo  en el que pilla una borrachera de las más grandes en una fiesta es subido  a YouTube  sin su consentimiento, llevándola letalmente  a dispararse en público. Un año más tarde, su antigua mejor amiga  Blaire  Lily (Hennig)  está en una charla por  Skype  con su novio  Mitch  Roussel y sus compañeros de clase  Jess Felton (Renee Olstead), Ken Smith (Jacob Wysocki) y  Adam Sewell (Will Peltz). El grupo se percata  de un usuario llamado billie227 en su  conversación, el cual  no ha sido invitado  por ninguno de los participantes.

Tras intentos infructuosos para desconectar a dicho usuario, el grupo sospecha  de que otra compañera de clase, Val Rommel (Courtney Halverson),  está bromeando con ellos. Después de invitar  a Val a su chat,  la página de Facebook  de Jess  se actualiza  con fotos de Val  en una fiesta. Jess afirma  que ella no ha subido esas fotos y por tanto las borra, pero estas reaparecen en la cuenta de Adam.  Val llama a la policía  para informar de ese abuso online  y se desconecta de Skype. A Blaire le envían un enlace  de una captura de pantalla  de un mensaje del pasado en el que Val  le dijo a Laura que  se suicidase.

Val se ve repentinamente  traída de vuelta a la charla, pero es mostrada  cayendo al suelo. Los cinco amigos pronto  descubren que  Val está muerta y que la policía ha descartado  el suicidio. Ken se las arregla para  borrar  a billie227 de la conversación, pero Billie  resurge con una vista de su cámara  desde su cuarto  y desconecta su dispositivo. Poco después, la vuelve a conectar para enseñar  como el chico es atacado  por una fuerza invisible que le  corta la garganta. Billie obliga a los cuatro amigos que quedan  a jugar a una partida de Yo nunca,  dejando claro  que el perdedor  del juego morirá.

Los cuatro amigos se ven forzados  a revelar  secretos bastante personales  que les ponen  en desacuerdo los unos con los otros. Jess extiende un rumor  sobre que Blaire  tiene un desorden alimenticio; Blaire por su parte estrelló el coche  de la madre de Jess  mientras conducía  ebria; Mitch denunció a Adam a la policía  por vender marihuana, lo que casi provocó  que su padre  lo repudiase. Mitch también  revela que  besó a Laura  a espaldas de Blaire  poco antes de su suicidio; Jess  le robó  800 $ a  Adam y este  le ofreció a ella  que diese su vida a cambio.

                                                       
 Adam finalmente pierde su   talante  y utiliza el juego para obligar a Blaire que diga que ya  no es virgen, pues mantuvo relaciones sexuales  con él dos veces  a espaldas de Mitch, con Billie  subiendo a YouTube  un video que prueba dicha afirmación. Mitch se venga  obligando a Adam  a que admita  que le pasó droga  en una fiesta a una compañera llamada  Ashley  Dane, a  la cual violó posteriormente cuando estaba inconsciente, obligándola  a que abortase  cuando descubrió  que estaba embarazada.  Poco después,  Blaire y Adam  reciben  mensajes enviados   remotamente  a sus impresoras.
Mitch exige  que Blaire revele su  nota  y amenaza con dejar el aviso si no lo hace.

 Billie mensajea  a Blaire y le cuenta  que Mitch  morirá  si este abandona. En un momento de pánico, Blaire enseña  su mensaje en el papel: “ Si revelas esta nota, Adam  morirá”. Adam se ve obligado  a dispararse en la cara, y entonces la cámara  revela su nota: “Si desvelas  esta nota, Blaire morirá”. Entonces Billie corta la corriente  y las luces en casa de Jess  se apagan, desconectando su transmisión en vídeo. Un momento después,  Blaire recibe un vídeo  de Jess  con una  alisadora de pelo  tragada a la fuerza que le está atorando la garganta. Billie mensajea a Blaire, queriendo que esta confiese  quien subió el vídeo  la primera vez. 

Blaire trata de negar  cualquier  implicación de  Mitch, pero finalmente  revela  que él era a quien había que culpar. Mitch inmediatamente  coge un cuchillo  y se apuñala  en el ojo. Billie,  quien se  desvela  totalmente como  el fantasma de Laura,  comienza  la cuenta atrás. Una desesperada Blaire  trata de recordarle a Laura la amistad  que tenían cuando estaba viva. Entonces Laura sube  una versión diferente  del vídeo que le hizo suicidarse, revelando  a Blaire como  la persona que lo grabó. El espíritu vengativo  deja en paz a Blaire  por un breve periodo  hasta que la puerta de su habitación  chirríe abierta  y un par de manos  golpeen  su portátil cerrándolo. Segundos más tarde, Laura  arremete violentamente  contra Blaire, quien grita  mientras que la pantalla  se funde a negro.

                                    
A Gabriadze le atrajo del proyecto (por entonces titulado Desconectado) como este se centraba en el tema del  acoso psicológico. Notó que la naturaleza  del abuso  había cambiado  desde que él estaba en la escuela, pues internet  permitía a  los  bravucones  continuar con sus acciones  incluso después de las horas  escolares.  La producción se llevó a cabo  en un total de 16 días, incluyendo  otros seis  de 12 horas  para el rodaje, tres para  retomar   otros aspectos  y hacer más  tomas adicionales. Cuando se empezó a filmar, todo consistía en su mayoría de  secuencias largas de aproximadamente unos  diez minutos de duración.

 A Hennig, que interpretó a Blaire, le resultó muy difícil  mantener la energía  y la motivación necesarias  para llevar adelante su papel  junto a los otros actores. De hecho, la actriz solicitó  que al menos se filmase  una toma larga  y completa de  80 minutos de duración, con cada actor  en habitaciones separadas  con sus respectivos ordenadores. El final de la película  fue  captado  durante una de esas  prolongadas tomas y el título  cambió durante el rodaje  e incluso  antes de su estreno en cines, pues el equipo  creía que Desconectado era muy genérico y no tan obvio. Por eso luego circuló como segunda opción Cibernatural.


                                              
Esta nueva alternativa  iba más al punto  de lo que quería contarse, pero ya una vez que se amplió el número de salas a exhibir se cambió al definitivo Eliminado. Todavía en algunos festivales  y circuitos independientes  llevaba como título Cibernatural, y como las primeras reacciones fueron muy positivas,  un ejecutivo de Universal  que la vio en Montreal  se hizo con los derechos de distribución   y se convenció hasta el punto de estrenarla ya al año siguiente de verla, cambiar el título e incluirla en el programa de actividades del festival audiovisual de  Austin, Texas.

El verano antes de su estreno ya mostró su primer tráiler  con las  primeras escenas  y aún con  el título original,  Cibernatural, pero con la llegada del año nuevo  el título  oficial  de Eliminado ya podía verse en pantalla, con  su correspondiente espacio dentro del canal de YouTube del estudio. Parece ser que los asistentes a la convención de Austin  pudieron tener el privilegio  de ver escenas inéditas subidas  junto a un panel de chat  en el cual esos espectadores  podían conversar con  Laura, y una vez finalizada la charla aparecía el metraje exclusivo. Todas las respuestas de los mensajes de Laura eran parte de la campaña promocional.

La productora Blumhouse (la misma que ha convertido a  James Wan  en cineasta estrella del cine de terror) llegó incluso a organizar en dicho evento  texano  una edición especial del Yo nunca como la que se ve en el tercer acto de  Eliminado,  así como la activación de perfiles de redes sociales y de mensajería de los personajes de la película, con la peculiaridad de que  Laura Barns  aceptaba solicitudes de amistad de los asistentes. Eliminado subvierte  los clichés del terror de metrajes encontrado para  repartir entre los espectadores una sorprendente y  escalofriante  nueva página en el slasher adolescente, un género donde  por primera vez se da un giro a los temores tecnológicos.

Las interpretaciones y el estilo visual  ofrecen un aspecto interesante  y una mirada  curiosa a los métodos  modernos  de comunicación  y las ramificaciones  de las nuevas y normalizadas  interacciones  sociales que siempre están activas. En algunos puntos llega a hacerse un tanto  exasperante, pero la propuesta es ante todo  inteligente e  innovadora en su conjunto. Quizás uno de los  mayores  defectos de la película  fue la tendencia  en la cual  nos vemos, como si de mercancía traficada se tratase,  sometidos a cada susto  por medio de las múltiples pantallas que  aparecen con cada clic que copia, pega y  retoma como elemento interactivo dichos  sustos.

Sería el equivalente a  sentarse  delante de la pantalla  o bien al lado de otra persona  y mirar como navega por la red  observándole por encima del hombro, eternamente. Es una película que entiende perfectamente  la cultura de charlar por Skype  y  los efectos del acoso virtual.  Al haber visto el tráiler, lo primero que piensas es que  vas a ser  acechado  desde internet, así que lo mejor es desconectarse. El  objetivo es por tanto  que sus protagonistas no pueden hacerlo  porque son adictos a la tecnología. Por un lado se admite que  es un slasher  para aterrorizar a los adolescentes  hasta que se cansen de pegar  chillidos.


                                                     
Pero por otro lado  lo que tenemos es una  película  en la que el propósito no es otro que el acoso virtual funciona si tu contribuyes al mismo, lo cual es genuinamente  perturbador. Los responsables  logran  una sorprendente comprensión  de las complicadas dinámicas  de la interacción contemporánea.  Ahí Leo Gabriadze y compañía triunfan  conteniendo  una posición de  alto valor moral  cuando el caos sangriento arrasa sin dejar en pie personaje alguno. En su contra juegan factores como el  tener momentos repetitivos,  fastidiosos, poco originales e insufribles, casi como si se basase  en un horrible  truco.

                                                         
Por suerte no llega a ser  como esos telefilmes de contexto religioso cristiano donde  el poder de la cruz  salva los agujeros de guion  a los que el héroe, el clásico evangelista, debe afrontar, pero no puede evitarse  encontrar en su contenido  momentos no intencionadamente cómicos  que distraen de la experiencia, como  las escenas en las que Blaire  solicita ayuda a través de  Chatroulette, o las frases  escritas por  el fantasma de Laura (“en esta versión del juego de beber  el perdedor no echa un trago, sino que muere”), más  graciosas  que  aterradoras teniendo en cuenta que trata un tema delicado como el bulicidio o el ciberacoso, por lo que no  es un episodio de Modern Family,   sino un  creepypasta.

 Puntuación: 5,5

                                              


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