El padrino: Parte III (1991)
No hay poder en el mundo que pueda cambiar el destino
Película de crimen producida y dirigida por Francis Ford Coppola a partir de un guion escrito junto a Mario Puzo, protagonizada por Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Andy García, Eli Wallach, Joe Mantegna, Bridget Fonda, George Hamilton y Sofia Coppola, tercera y última entrega de la trilogía de El padrino y como secuela de las dos primeras partes concluye la historia de Michael Corleone, el patriarca de la Familia, quien intenta legitimar su imperio criminal. El filme también incluye informes dramatizados de dos sucesos de la realidad: la muerte en 1978 de Juan Pablo I y lo del Banco Ambrosiano de principios de los 80, ambos unidos a los asuntos comerciales de Corleone.
Paramount autorizó este epílogo para estrenarlo en Navidad y lograr que lo nominasen a siete Oscar, incluyendo mejor película. Puzo la escribió como la conclusión de El Padrino al finalizar con la muerte de Michael Corleone, de la cual ya han pasado treinta años. Es todo un estudio en contrastes esta trilogía, que como en un álbum de fotos familiar, la parte última es otra realidad separada, porque el principio contiene todos los momentos de una vida que necesitan recordarse.
En 1979, Michael Corleone se acerca a los 60. Arruinado por la culpabilidad de su despiadado ascenso al poder, especialmente por haber ordenado el asesinato de su hermano Fredo, dona millones a causas benéficas. Él y Kay están divorciados; sus hijos, Anthony y Mary, viven con ella. En la recepción tras una ceremonia de inducción de la orden papal en la antigua catedral de San Patricio (Nueva York) en honor de Michael, Anthony le cuenta a su padre que abandona la Facultad de Derecho para convertirse en cantante de opera. Kay apoya su decisión, pero Michael quiere que Anthony complete primero su licenciatura; sin embargo, el padre acepta dejar que su hijo vaya por su propio camino.
Michael y Kay tienen una reunión incómoda cuando ella revela que sabía, igual que Anthony, la verdad sobre la muerte de Fredo. Vincent Corleone, el hijo ilegitimo del hermano muerto hace tiempo de Michael, Sonny, llega a la recepción. La hermana del padrino, Connie, organiza el que Vincent resuelva una disputa con su rival, Joey Zasa, pero este le llama bastardo, a lo que reacciona mordiéndole la oreja. Michael, preocupado por el mal carácter de Vincent aunque impresionado por su lealtad, acepta incluirlo en el negocio familiar. Michael sabe que el jefe del Instituto para las Obras de Religión, el arzobispo Gilday, ha acumulado un déficit enorme y ofrece 600 millones de $ a cambio de participaciones inmobiliarias (en mi opinión, el estudio pionero del Hollywood neoclásico se estaba metiendo aquí en un terreno muy delicado con esta referencia).
Dicha compañía internacional de bienes raíces podría convertirle en su mayor accionista individual, por lo que hace una oferta pública de adquisición para comprar el 25% de la parte del Vaticano en la empresa, lo que le otorgará el control accionarial. El consejo de la inmobiliaria aprueba la oferta, pendiente de ratificación por el Papa. Don Osvaldo Altobello, un jefe de la mafia neoyorquina y padrino de Connie, le cuenta a Michael que sus socios en la Comisión americana quieren entrar en el acuerdo inmobiliario, por lo que les paga con la venta de sus propiedades de Las Vegas. Zasa no recibe nada y declara a Michael su enemigo, saliendo hecho una furia de la reunión.
Don Altobello, asegurando a Michael que él puede resolver con tacto el asunto, se va para hablar con Zasa. Momentos después, un helicóptero sobrevuela afuera de la sala de conferencias y dispara. La mayoría de los jefes son asesinados, pero Michael, Vincent y el guardaespaldas Al Neri escapan. El padrino se percata de que Altobello es el traidor, sufriendo un coma diabético. Mientras se recupera, Vincent y Mary inician un romance, al tiempo que Neri y Connie dan permiso al muchacho para que contraataque a Zasa. Durante un festival callejero, Vincent mata a su rival y Michael le reprende por sus actos e insiste en que acabe su relación con Mary, explicando que su intervención en las empresas criminales de la familia arriesgan la vida de la chica.
El clan va a Sicilia para el debut en la ópera de Anthony en Palermo, en el Teatro Massimo. Michael le cuenta a Vincent que finja desertar de la familia Corleone para espiar a Altobello, quien le presenta al chico a Licio Lucchesi, el presidente de la inmobiliaria. El padrino visita al Cardenal Lamberto, anticipado como el siguiente Papa, para discutir el acuerdo. Este convence a Michael para que haga su primera confesión en 30 años, durante la cual con lagrimas en los ojos confesa que ordenó el asesinato de Fredo. Lamberto dice que Michael merece sufrir por sus pecados, pero que puede redimirse. Corleone descubre que el trato inmobiliario es un elaborado timo planeado por Lucchesi, Gilday y el contable vaticano Frederick Keinszig.
Vincent le cuenta a Michael que Altobello ha contratado a Mosca, un veterano matón, para asesinarlo. El sicario y su hijo, disfrazados como sacerdotes, matan a un amigo de la familia Corleone, Don Tommasino, mientras este vuelve a su villa. Cuando Michael y Kay recorren Sicilia, él le pide a ella que le perdone, admitiendo ambos que aún se aman el uno al otro. En el funeral de Tommasino, Michael jura no volver a pecar. Tras la muerte del Papa, el Cardenal Lamberto es elegido para sucederle, aceptando humildemente como el histórico Juan Pablo I, por lo que el acuerdo inmobiliario es ratificado. Los conspiradores contra la sanción intentan cubrir sus huellas y Gilday mata al nuevo Papa con té envenenado. Michael ve que Vincent es un hombre distinto y le nombra el nuevo Don de la familia Corleone, a cambio de terminar su romance con Mary.
La familia ve la actuación de Anthony en Cavalleria rusticana en Palermo mientras Vincent pasa factura mediante la venganza:
Sus hombres ahogan a Keinszig y luego lo cuelgan de un puente, haciendo que su muerte parezca un suicidio;
En la opera, Connie le da a Altobello un cannolo envenenado y le observa morir desde su palco;
Calò, el ex guardaespaldas de Tommasino, apuñala a Lucchesi en el cuello con sus propias gafas.
Neri viaja al Vaticano, donde dispara y mata a Gilday.
En la ópera, durante la actuación de Anthony, tres de los hombres de Vincent buscan a Mosca, pero este los supera. Tras el espectáculo, en los escalones del teatro según salen, Mosca dispara a Michael , hiriéndole, pero la bala le atraviesa y mata a Mary. Vincent dispara y mata a Mosca, mientras Michael acuna el cuerpo sin vida de su hija y grita con agonía; la escena se difumina en un montaje del padrino con Kay, Mary y la primera señora Corleone, Apollonia. Años más tarde, un Michael anciano, sentado en solitario en el patio de la villa de Don Tommasino, se desploma de su silla y se cae al suelo.
Francis no debió hacer esta película, pero es que el tiempo se comió su propia juventud. Coppola dio vida a los Corleone igual que los maestros del teatro clásico a personajes como Catilina . Mientras esperamos su regreso con el nuevo proyecto titulado Megalopolis, todavía el cineasta se recupera de aquel momento en que se declaró en bancarrota. Y por su parte, Robert Duvall prefirió marcarse un tango que volver, ya que el longevo y premiado actor no estaba conforme con el salario que iba a percibir, menor que el del protagonista. Hubo un guion de Dean Riesner junto a Puzo donde Anthony Corleone trabajaba para la CIA en una misión en Centroamérica, a la caza de un dictador (años antes de lo de Panamá).
En este desenlace hay más de una muerte en la familia, ya que Coppola quería terminar la trilogía de El padrino con el clan afligido al completo. Una en concreto era la de un miembro principal, casualmente interpretado por alguien cercano al director, su hija. Para enmendar el que posteriormente se ha señalado como el mayor error del elenco, remontó el metraje para arreglar la fallida decisión que ya en el pasado trajo polémica. El cambio justifica la trama y el papel de Sofia, que no terminaba de ser creíble junto a Pacino, ahora es un soplo de alivio desde el inicio. No se entiende por qué el estudio no arriesgó entonces, sabiendo lo que se juegan en taquilla.
Antes de ver la nueva versión creía que se iba a quedar fuera, pero lo bueno es que han tratado de devolverla a la trama. La entrega final de la saga de El Padrino recuerda el poder de sus predecesoras cuando se trata estrictamente de negocios, pero las decepcionantes interpretaciones y la tonalidad confusa trae menos cierre a la historia de los Corleone. El público regresa a la épica saga mafiosa de Coppola con un epílogo sobre la muerte de Michael que es una versión editada recientemente, bien que ligeramente es una oportunidad de revisar una película que no merecía sus críticas directas y comentarios hirientes, permitiendo reinventar una enorme decepción. Tarde o temprano debía ser así.
Esta tercera parte, de 7 candidaturas se quedó con 0 victorias, tal vez por atreverse a querer destapar una de las mayores conspiraciones de todos los tiempos, uno de los grandes misterios de la historia que ha dado para cábalas y encubrimientos. La responsabilidad civil por las pérdidas económicas en el Vaticano son un asunto bastante polémico. De haber tenido éxito, DiCaprio y García iban a protagonizar El padrino IV, pero dicha precuela no expuso tal etapa de la vida del clan antes de la original en cine, sino en un libro de Ed Falco, ya que Paramount y los herederos de Puzo sellaron la disputa por los derechos de la novela.
Puntuación: 7,5
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