Rogue One: Una historia de Star Wars (2016)

 

                                                               

Épica aventura espacial dirigida por Gareth Edwards, con un guion de Chris Weitz y Tony Gilroy a partir de una historia de John Knoll y Gary Whitta. Producida por Lucasfilm y distribuida por Disney, es la primera entrega de la antología de Star Wars y precuela inmediata de Una nueva esperanza , el episodio IV. La protagonizan Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Mads Mikkelsen, Alan Tudyk, Jiang Wen, Forest Whitaker y Riz Ahmed. Ambientada una semana antes de La guerra de las galaxias, la trama sigue a un grupo de rebeldes que se unen para robar los planos de la Estrella de la Muerte, el arma definitiva del Imperio Galáctico.

La película también detalla la primera victoria eficaz de la Alianza Rebelde contra el Imperio, cuya primera referencia aparece en la entrega inicial de la saga. Su rodaje se llevó a cabo en los estudios Pinewood de Buckinghamshire, con tomas adicionales que cambiaron la idea inicial de Knoll en tono y estilo de lo que suele ser habitualmente Star Wars, supervisado todo ello por Gilroy y haciendo que la cinta fuera aún más costosa de realizar, en parte debido a las recreaciones digitales de Peter Cushing y Carrie Fisher. Aun así tuvo una de las mayores recaudaciones de hace cinco años y estuvo nominada a dos Óscar, incluyendo mejores efectos visuales.

                                                      

El investigador científico Galen Erso y su familia están ocultos en el planeta Lah´mu cuando el desarrollador de armas del Imperio Galáctico Orson Krennic llega para obligarlo a que complete la Estrella de la Muerte, una estación espacial / arma de destrucción masiva capaz de destruir planetas enteros. La esposa de Galen, Lyra, es asesinada en el enfrentamiento mientras que su hija, Jyn, escapa y es rescatada por el rebelde extremista Saw Gerrera. Quince años después, el piloto de carga Bodhi Rook deserta del Imperio, tomando un mensaje holográfico grabado por Galen a Gerrera en la luna desértica de Jedha. El agente de inteligencia de la Alianza Rebelde Cassian Andor se entera de ello.

La deserción de Rook y la información sobre la Estrella de la Muerte ocurre a la vez que Jyn es liberada de un campo de trabajos forzados Imperial en Wobani y presentada a la líder Rebelde Mon Mothma, quien la convence para que dé y rescate a Galen y que la Alianza pueda saber más sobre la Estrella de la Muerte. Cassian es encubiertamente ordenado para que mate a Galen en vez de extraerlo. Jyn, Cassian y el reprogramado y agresivo androide Imperial K-2SO viajan a Jedha, donde el Imperio está sacando todos los sables de luz de la ciudad santa para cargar la Estrella de la Muerte; Gerrera y sus partidistas se ven comprometidos en una insurgencia armada contra ellos.

Con la ayuda del guerrero espiritual ciego Chirrut Imwe y su amigo mercenario Baze Malbus, Jyn contacta con Gerrera, quien ha mantenido cautivo a Rook. Gerrera le muestra el mensaje, en el que Galen revela que ha construido secretamente una vulnerabilidad en la Estrella de la Muerte, dirigiéndolos para que recuperen los esquemas de un banco de datos Imperial en el planeta Scarif. En la Estrella de la Muerte, Krennic ordena un tiro de prueba a baja potencia que destruye la capital de Jedha. Jyn y su grupo toman a Rook y huyen de la luna, pero Gerrera se queda para morir con la ciudad. Wilhuff Tarkin felicita a Krennic antes de usar la deserción de Rook y la fuga de seguridad como pretexto para controlar el proyecto.

Rook lidera al grupo hasta el laboratorio experimental Imperial de Galen en el planeta Eadu, donde Cassian elige no matar a Galen. Jyn da a conocer su presencia momentos antes de que los bombarderos Rebeldes ataquen la instalación. Galen es herido mortalmente por los bombarderos y muere en brazos de su hija, antes de que esta escape con su grupo a bordo de un transbordador de carga Imperial robado. Krennic es convocado por Darth Vader para responder por el ataque de la Estrella de la Muerte sobre Ciudad Jedha. Krennic busca su apoyo para una audiencia con Palpatine, pero Vader en su lugar lo ahoga con la Fuerza y le ordena que se asegure de que no ocurran más incumplimientos.

Jyn propone un plan para robar el esquema de la Estrella de la Muerte usando la flota Rebelde, pero fracasa al obtener aprobación del Consejo de la Alianza, quienes sienten que la victoria contra el Imperio es ahora imposible. Frustrados ante su inactividad, el grupo de Jyn lidera un pequeño escuadrón de voluntarios Rebeldes que asalten el banco de datos ellos mismos. Llegando a Scarif (que está protegido por un escudo de tamaño planetario) en la nave Imperial robada, que Rook apoda Rogue One, unos disfrazados Jyn y Cassian entran en la base con K-2SO mientras los otros Rebeldes atacan a las Tropas de Asalto como distracción.

                                         

La Alianza se entera del asalto por las comunicaciones interceptadas Imperiales y despliega su flota en apoyo, revelando su poder completo al Imperio. K-2SO se sacrifica para que Jyn y Cassian puedan recuperar los datos. Imwe es asesinado tras activar el interruptor maestro para permitir la comunicación con la flota Rebelde y Malbus también resulta muerto en combate poco después. Rook cae abatido por una granada de mano tras informar a la flota Rebelde de que debe desactivar el escudo que rodea el planeta para permitir la transmisión del esquema. El comandante Rebelde, el almirante Raddus, usa una corbeta en picado para destruir dos Destructores Estelares, por lo que los restos se estrellan sobre el escudo.

Jyn y Cassian obtienen el esquema, pero son emboscados por Krennic, quien es finalmente disparado y herido por Cassian. Jyn transmite el esquema a la nave de mando Rebelde . La Estrella de la Muerte entra en órbita sobre Scarif , donde Tarkin usa otro tiro a bajo consumo para destruir la base comprometida, matando a Krennic, Cassian y Jyn junto con todas las fuerzas Rebeldes e Imperiales terrestres restantes. La flota Rebelde se prepara para saltar al hiperespacio, pero muchas de las naves de la flota son interceptadas por Vader, que llega en un Destructor Estelar clase imperial y que aborda la nave de mando Rebelde, matando a muchas de las tropas rebeldes en un intento por recuperar el esquema. Sin embargo, una pequeña nave escapa con los planos a bordo, con Leia Organa declarando que el esquema aportará esperanza para la Rebelión.

La trama de Rogue One está ligada a El Despertar de la Fuerza por sus héroes y villanos pero con nuevos personajes, nombres y vehículos. Tenemos a Mikkelsen dando vida a Galen en esta historia de antología de Star Wars, con el actor danés haciendo del padre de la protagonista, mientras que Tudyk es el nuevo androide secuaz a través de captura de movimiento, la envidia de su compañero Anthony Daniels. El personaje de Whitaker también tiene una rica historia dentro de la saga. Jimmy Smits tiene su cameo y Darth Vader está más vivo que nunca, no hay más que ver sus ataques a la escoria rebelde. Aquí lo encarna físicamente el actor galés Spencer Wilding, sucesor del desaparecido David Prowse.

En Rogue One , aparte de Darth Vader, tenemos a un actor que revivió a uno de los personajes más emblemáticos de Star Wars, por no hablar de quien aparece al final, cuya aparición fue más bien una cuestión técnica , ya que la Princesa Leia es quien debe dar esa esperanza para unir este filme con la trilogía clásica. Tuvieron en sus manos acceso a metraje inédito, con la consecuente vuelta de actores originales y de sus respectivos personajes, incluido el último piloto de Yavin que partió a Scarif o el mismísimo y habitual Warwick Davis, mayoría de reparto británico e irlandés, como Valene Kane, la madre de Jyn Erso, o Jonathan Aris, el senador Jebel (que no tengo aún idea de quien es este señor).

Si que es localizable el actor sueco Fares Fares, que tiene un papel minúsculo dentro de Star Wars , así como Ian Whyte (Prometheus, Juego de Tronos) en el papel de Moroff. Rogue One precede al episodio VIII y a la ya analizada cinta del joven Han Solo y como manda la tradición, sustituye a la serie de televisión de imagen real que tenía pensada George Lucas porque su premisa era básicamente bélica. El spinoff contrató al director de Godzilla, un Edwards que desde entonces no ha vuelto a trabajar. Para la fotografía contó con Greig Fraser (Foxcatcher, El jugador), al tiempo que perdió de forma independiente al primer guionista de la película, Whitta, a quien pudo remplazar Simon Kinberg.

Weitz fue finalmente el elegido para escribir esta película independiente de Star Wars , siendo clave el que como guionista ha sido nominado al Oscar. Rogue One precedió al Episodio VIII que escribió y dirigió Rian Johnson, estando a punto de llamarse Tiempos Oscuros o simplemente Rebelión, decantándose por el definitivo. El misterio sobre su trama se terminó cuando se reveló que iba a tratar sobre la Alianza Rebelde robando los planos de la Estrella de la Muerte. Las tomas adicionales mostraron como Disney salvó este proyecto, ya que el director afirmó que el final original era muy diferente, por tanto víctima de la sala de montaje donde quedaron las escenas eliminadas vistas en el avance.

Disney tuvo que pedir esas tomas adicionales para esta cinta independiente de Star Wars que es Rogue One para hacer los cambios pertinentes con respecto a su material promocional, con el otro guionista, Gilroy, haciéndose cargo de las labores de director y ganando millones por ello. Se dice que en ese guion de Weitz metieron mano sin acreditar entre otros Christopher McQuarrie , Michael Arndt (que venía de escribir en El Despertar de la Fuerza) y Scott Z. Burns. Por otro lado, Kathleen Kennedy y Edwards estuvieron debatiendo sobre si había que incluir en la apertura de la película un rotulo, pero finalmente la jefa de Lucasfilm lo descartó aquí y en el spinoff de Han Solo.

                                                  

Para esta película independiente de Star Wars se presentaron como posibles protagonistas otras dos candidatas, Tatiana Maslany y Rooney Mara, siendo Jones la elegida. Mendelsohn fue el siguiente en la órbita del spinoff que es Rogue One , donde Ahmed le ganó un papel a Sam Claflin y luego se quedó fuera al entrar Luna junto a Whitaker. Aris, actor visto en Sherlock, fue otro que se unió al tiempo de confirmarse el regreso a la historia de Darth Vader. Al contrario que en El Despertar de la Fuerza, aquí las tropas de asalto no son nada tranquilas, sino escalofriantes, porque es una antología y detrás de las cámaras quería plasmarse esa asombrosa tecnología para que no pareciera otra más de la saga central.

Lo verdadero y falso de las escenas añadidas de Rogue One no deja de ser un drama si se considera como el guionista Gilroy tuvo que responsabilizarse de más tareas al verse en un terrible problema a raíz de las innovaciones galácticas empleadas por Star Wars , siendo un acontecimiento que contrastó con lo análogo desarrollado para la primera entrega del 77 en comparación con las herramientas digitales usadas en el 16. Para la industria esa resurrección digital de Cushing ha supuesto traer de vuelta un rostro familiar que resulta macabro y que repele, muy lejos de ser convincente, pues un actor de CGI, hecho por ordenador, no va a tener una respuesta conciliadora por parte de tan susceptibles fans.

                                                        

Debajo hubo otro actor actual que fue quien trajo a tal icono de vuelta a Star Wars, pero es que Rogue One además incluye otro personaje de CGI, la Princesa Leia, para quien las arenas del tiempo son tan crueles que ni siquiera la propia Fisher pudo hacer por captura de movimiento a su yo joven, ya que por el momento de finalizar la posproducción su salud empeoró. El compositor de la música, Michael Giacchino, es el sucesor en esta cinta independiente de John Williams y a su vez sustituto de Alexandre Desplat, en otro caso más de remplazo en este filme de Disney. La historia viene a ser la misma, las tomas adicionales tuvieron que ver y la banda sonora necesitaba transmitir una sensación no exigua, lo que supuso que Giacchino terminase su costumbre de hacer juegos de palabras con los títulos de los temas.

La especialidad de una película como esta Rogue One es que traza profundamente un mapa en la mitología de Star Wars que produce una ruptura narrativa nueva y un terreno estético diferente que sugiere que el éxito de taquilla que ha sido pueda garantizar para la franquicia asegurarse un futuro brillante. Vale que no todos los espectadores disfrutaron con Los últimos Jedi, pero definitivamente esta si que es una buena precuela y que hay vida aún. Añade un desigual pero intrigante giro inesperado que deja a los fans con ganas de más pero sin que la cosa se extienda. Puede abandonarse la franquicia si ya no ofrece mucha más alegría, pero seguirá gustando igualmente, y más un spinoff peleador como este.

En esta aventura espacial se juega sobre seguro con dolor al sumar elegantemente a la flota al grupo de rebeldes con el que se empatiza fácilmente. Y es que ya sin Lucas te puede gustar más Rogue One que El Despertar de la Fuerza, pues es una película de Star Wars que encierra en su historia un caso práctico de ética en ingeniería y diseño. Cushing es resucitado digitalmente como la estrella que fue, está muerto y es algo indigno, intrigante pero no lo correcto. La Fuerza despierta a un integrante fallecido y probablemente dentro de unos años será la normalidad, porque él era el único y verdadero Grand Moff Tarkin, en un efecto que termina mostrando las limitaciones de la tecnología.

                                                        

Es un aspecto molesto, porque si lo reflexionas exactamente de ello verás que no es una figura del todo humana, hay algo en sus movimientos faciales que hace que pierdas el hilo de la trama. El final tampoco ayuda, queda mal pero peor es que la mejor interpretación en Rogue One te la dé un actor que murió en 1994. Fisher si que pudo verse y le gustaría algo más, pues Carrie y Kathy eran íntimas al haber trabajado mucho en Lucasfilm y su cameo al fin y al cabo es la conexión con la trilogía original de Star Wars. Ella era la más rebelde de los personajes y el que más lógica tiene como nexo, no es inesperado. Como precuela es el tipo de historia que ahora hacen Disney+, las novelas y los cómics.

Puntuación: 7,5