La guerra de las galaxias, Episodio IV: Una nueva esperanza ( 1977)

 

                                                                 


Épica espacial escrita y dirigida por George Lucas, producida por Lucasfilm y distribuida por 20th Century Fox, el estudio ahora filial de Disney. Protagonizada por Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Peter Cushing, Alec Guinness, David Prowse, James Earl Jones, Anthony Daniels, Kenny Baker y Peter Mayhew. Es la primera entrega de Star Wars aunque dentro de la saga es la cuarta parte. Lucas quería hacer Flash Gordon tras terminar THX 1138 y luego American Graffiti,centrándose en la historia de Luke Skywalker y su odisea junto al maestro jedi Obi-Wan Kenobi, Han Solo y el compañero de este, el wookiee Chewbacca, intentando liberar a Leia Organa de las garras del Imperio Galáctico.


Al mismo tiempo, los héroes tratan de entregar los planos de la estación espacial destructora de planetas imperial, la Estrella de la Muerte, en manos de los androides R2-D2 y C-3PO, a la Alianza Rebelde, con la oposición del sith Darth Vader. Convertida en un taquillazo que superó a Tiburón como película con mayor recaudación hasta el estreno de ET el extraterrestre, tuvo una acogida similar a Lo que el viento se llevó , siendo candidata a varios Óscar, incluyendo mejor película. He aquí que hace más de 40 años una producción modesta de ciencia ficción surgió como una vanguardia narrativa y visual, con unos efectos especiales únicos dentro de un rodaje turbulento y un estreno muy limitado hasta expandirse.


La banda sonora de Star Wars es muy reconocible hoy día en la historia del cine y su posterior restauración para incorporar nuevas imágenes generadas por ordenador la han transformado en una marca muy rentable de la que han surgido cómics, videojuegos y demás. Su éxito ha deparado secuelas como El imperio contraataca y El retorno del jedi, así como la tercera trilogía .


                                                 



En medio de una guerra civil galáctica, los espías de la Alianza Rebelde han robado los planos de la Estrella de la Muerte del Imperio Galáctico, una enorme estación espacial capaz de destruir un planeta entero. La senadora imperial Leia Organa de Alderaan, secretamente una de las líderes de la Rebelión, ha obtenido esos esquemas, pero su nave es interceptada por un Destructor Estelar clase Imperial bajo la orden del despiadado Darth Vader. Antes de que sea capturada, Leia oculta los planos en la memoria del androide R2-D2, quien huye en una cápsula de escape al planeta desértico Tatooine acompañado por otro robot, C-3PO. Los androides son capturados por comerciantes Jawa que los venden.

Sus compradores son los granjeros de humedales Owen y Beru Lars, junto a su sobrino Luke Skywalker. Mientras limpia a R2-D2, Luke accidentalmente activa parte de una grabación en holografía de Leia, en la que solicita ayuda de Obi-Wan Kenobi. Luego, después de que Luke se percate de que R2-D2 ha desaparecido, es atacado por carroñeros moradores de las arenas mientras están buscándolo, pero es rescatado por el arrugado anciano ermitaño Ben Kenobi, un viejo conocido de Luke, que revela que Obi-Wan es su verdadero nombre. Le cuenta a Luke de sus días como uno de los jedi, los antiguos pacificadores de la República Galáctica que sacaron sus habilidades místicas de un campo metafísico de energía conocido como La Fuerza, pero fueron finalmente cazados hasta la casi extinción por el Imperio.


Luke se entera que su padre luchó al lado de Obi-Wan como Caballero Jedi durante las Guerras Clon hasta que Vader, el antiguo pupilo de Obi-Wan, giró al lado oscuro de la Fuerza y lo asesinó. Obi-Wan le otorga a Luke el viejo sable de luz de su padre, el arma distintiva de los Caballeros Jedi. R2-D2 reproduce el mensaje completo de Leia, en el que esta ruega a Obi-Wan que coja los planos de la Estrella de la Muerte a su planeta natal de Alderaan y se los dé a Bail Organa, un veterano , para su análisis. Aunque Luke inicialmente declina la oferta de Obi-Wan de acompañarle a Alderaan y aprender los caminos de la Fuerza, se queda sin otra opción tras descubrir que las tropas de asalto imperiales han matado a sus tíos.


Además de matar a la tía Beru y al tío Owen, han destruido su granja al buscar los androides. Viajando hasta una cantina en Mos Eisley para encontrar transporte, Luke y Obi-Wan contratan al contrabandista Han Solo, a quien han puesto precio a su cabeza debido a su deuda con el mafioso local Jabba el Hutt. Perseguidos por tropas de asalto, Obi-Wan, Luke, R2-D2 y C-3PO huyen de Tatooine con Han y su copiloto wookiee Chewbacca en su nave, el Halcón Milenario. Según alcanzan la órbita del planeta, dos destructores estelares tratan de interceptarlos, pero Han logra saltar al hiperespacio llegando a la velocidad de la luz. Antes de que el Halcón pueda alcanzar Alderaan, el comandante de la Estrella de la Muerte Wilhuff Tarkin interroga a Leia por la localización de la base secreta rebelde, con la amenaza de destruir su planeta natal.


Al responder que la base está en Dantooine, este ordena que Alderaan sea destruido simplemente como demostración de fuerza. Cuando el grupo llega al cinturón de asteroides que ahora está en el lugar de Alderaan, Han divisa un caza TIE imperial y se ve provocado a perseguirlo y a abatirlo, permitiendo al Halcón ser capturado por el rayo tractor de la estación espacial. Dentro de la Estrella de la Muerte, Obi-Wan intenta desactivarlo y Luke convence a Han y Chewbacca de ayudarle a rescatar a Leia tras descubrir que está programado que sea ejecutada. Tras desactivar el rayo tractor, Obi-Wan sacrifica su vida en un duelo de sables de luz con Vader, permitiendo al resto del grupo escapar de la Estrella de la Muerte con Leia. Usando un dispositivo de rastreo, el Imperio rastrea el Halcón hasta la base rebelde oculta, localizada realmente en Yavin.


Los esquemas de Leia revelan una debilidad oculta en el puerto de escape térmico de la Estrella de la Muerte, que podría permitir a los rebeldes desencadenar una reacción en cadena en su reactor principal con un preciso ataque de torpedo. Mientras Han abandona a los rebeldes tras cobrar su recompensa por rescatar a Leia, Luke se une al escuadrón de caza en un inminente ataque desesperado contra la Estrella de la Muerte. En la batalla siguiente, los rebeldes sufren serias perdidas cuando Vader lidera un escuadrón de cazas TIE contra ellos, pero Han regresa inesperadamente para ayudarlos con el Halcón, pudiendo por poco salvar a Luke antes de que Vader pueda abatirlo.


Guiado por la voz incorpórea de Obi-Wan, Luke apaga su ordenador de determinación y usa la Fuerza para apuntar sus torpedos al orificio de escape, destruyendo la Estrella de la Muerte momentos antes de que dispare a la base rebelde. En una ceremonia triunfal allí, Leia condecora a Luke y Han con medallas por su heroísmo.


                                                     



Este Imperio de los sueños que es la trilogía clásica de Star Wars nos muestra que al principio la Fuerza no estaba con ellos, los implicados en la película original. Imaginemos que gente como Stallone hizo la prueba para el papel de Han Solo, pero también Bill Murray, este último décadas antes de convertirse en un actor serio pero siempre valido para la comedia. Incluso un tipo como Burt Reynolds también estuvo a punto de hacerse con dicho rol, igual que pasó con la princesa, quien pudo tener los rasgos de Jodie Foster y que hizo inolvidable Fisher, a quien le dijeron que tenía que perder peso para ello. Cushing, con toda una vida dedicada al cine, cumplió su sueño de cambiar de género y pasar del terror al rollo espacial.


Star Wars podría haber tenido a un Darth Vader muy diferente, pues Toshiro Mifune rechazó este papel y el de Obi-Wan Kenobi, que fue a parar a Guinness, con la remota posibilidad de haber contratado a John Wayne. El equipo de la película, por entonces joven y entusiasta, empleó una tecnología poco convencional para poner en pantalla una fantasía intergaláctica alegre y por extensión la mejor de aquel año. Hay puntos de la trama abandonados que apuntaban al segundo episodio, en donde el personaje de Hamill descubriría más sobre la Fuerza (El Imperio). Lucas se guardó para la secuela involuntariamente el papel que desempeñaba EEUU en el mundo en ese momento, como una advertencia liberal.


                                                   


                                                     


Star Wars fue secretamente la protesta contra Vietnam de Lucas. El productor Gary Kurtz dejó en evidencia este mito y también fue quien sugirió cambiar detalles como el apellido Starkiller o el del jedi, Bendu. El desarrollo de la película iba cambiando en los diferentes borradores y en algunos apuntes se hablaba de la idea de una conquista del universo explorando el pasado, presente y futuro de una franquicia que sería multimillonaria con el tiempo. Obi-Wan Kenobi fue originalmente creado para ser la versión de Gandalf, icono de un retrato íntimo. Considerando como una sola película y no una trilogía entera, Ben Kenobi realmente no sirve para una función útil hasta el momento que lucha contra Vader.


Inspirada por la obra de Akira Kurosawa, Star Wars tiene la magia de Lucas y su paralelismo con Dune, otro relato excéntrico, igual que con la 2001 de Kubrick que tan precisa fue sobre el futuro que iba a venir. Y no olvidemos Metrópolis, la madre de todas las representaciones populares acerca de robots. Lo que hoy se ve como una historia para vender juguetes fue el inicio de una nueva forma de hacer cine en la que también andaba por allí Steven Spielberg. La decisión empresarial de obtener beneficios por secuelas y productos relacionados en lugar de un salario de quinientos mil $ por una sola película dejó a los ejecutivos de Fox con la sonrisa helada al cabo de unos años.


                                                      



No hubo cines que quisieran proyectar la película entonces porque se salía de ese patrón imperante impuesto por la generación del sexo, drogas y rock & roll, la que salvó Hollywood. Con efectos especiales cualquier cosa puede suceder, hasta los cambios posteriores en las restauraciones de Star Wars, detalles que Lucas se guardó hasta pasadas las décadas, como la polémica escena de Greedo disparando antes que Han. Un legendario, integral y ambicioso comienzo de la saga de ciencia ficción con la que Lucas abrió nuestros ojos a las posibilidades del cine de gran éxito y desde entonces las cosas nunca han sido iguales.


Puntuación: 8,5


                                                           





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