Zombi: El regreso de los muertos vivientes (1979)


         El clásico festival de la sangre ha regresado

                                        
Cinta independiente de terror con zombis dirigida por George A. Romero, quien la escribió en colaboración con el cineasta italiano Dario Argento, siendo una secuela temática de La noche de los muertos vivientes y siguiendo a otros supervivientes a los que encarnan David Emge, Ken Foree, Scott Reiniger y Gaylen Ross, los cuales se van tras el brote a bloquear ellos mismos todo un centro comercial. Filmada en Pensilvania, entre Pittsburgh y Monroeville, en esta última todavía pervive el edificio gracias a la popularidad que le dio el modesto filme cuando luego se convirtió en un éxito inesperado en taquilla y entre el público. Dentro del canon ficticio de la saga dio lugar a su revisión moderna, Amanecer de los muertos, dirigida por Zack Snyder y escrita por James Gunn.

Estados Unidos está siendo devastado por un fenómeno misterioso que reanima a los humanos recientemente fallecidos como zombis devoradores de carne. La confusión reina en un estudio de televisión de Filadelfia durante la tercera semana del incidente, donde dos trabajadores, Stephen Andrews (Emge) y Francine Parker (Ross), planean robar el helicóptero del tráfico de la emisora para escapar de la ciudad. Mientras, un agente especial de la policía, Roger DeMarco (Reiniger), y su equipo hacen una redada en unas viviendas públicas donde los residentes desafían la ley marcial impuesta. Durante la incursión, Roger conoce a Peter Washington (Foree), quien pertenece a otra unidad policial.

Roger le cuenta a Peter que su amigo Stephen intenta robar un helicóptero de su trabajo para huir, sugiriéndole que se una a ellos. Esa noche, Roger y Peter quedan con Francine y Stephen para marcharse de Filadelfia en el helicóptero. Ya en el centro comercial, Peter y Stephen crean una barrera de madera para cubrir el acceso al hueco de la escalera que lleva hasta el espacio donde ahora tratan de sobrevivir a los zombis que rodean el edificio. Durante la operación de bloqueo, Roger sufre un bloqueo mental que lo lleva a ser un imprudente y a terminar mordido por los muertos vivientes. Roger acaba sucumbiendo a sus heridas, luego se reanima y Peter le dispara.

Francine, pasados unos meses, se ha quedado embarazada e insiste en que ya está preparada para abandonar el centro comercial, con Stephen enseñándole como pilotar el helicóptero en caso de emergencia. Un grupo de motociclistas nómadas han avistado el vehículo durante uno de los vuelos de la muchacha y por tanto se preparan para tomar el edificio, destruyendo las barreras y permitiendo a cientos de zombis entrar durante la incursión. Peter y Stephen tratan de cerrar las puertas para evitar el saqueo, pero los motoristas revoltosos enfadan al segundo y este empieza tontamente un tiroteo con ellos. Luego ambos huyen al apartamento, pero mientras Stephen trata de escapar por el hueco del ascensor le disparan en el brazo y los no muertos le arrinconan y le muerden varias veces.

                                  

Algunos de los moteros reciben disparos de Peter y acaban siendo devorados por los zombis, mientras que el resto se retira con sus provisiones robadas. Un ahora reanimado Stephen actúa como lo que quedó de sus antiguos recuerdos y derriba el falso muro que cubre el hueco de la escalera para conducir a los no muertos hasta Francine y Peter. Cuando Stephen entra en su escondite, Peter lo mata mientras Francine escapa a la azotea, encerrándose luego el hombre en una habitación donde piensa suicidarse, pero cambia de idea y se une a la muchacha.

Romero concibió la trama durante sus años de estudiante en la universidad Carnegie Mellon y uno de los elementos presentes era el centro comercial como refugio contra zombis. Logró convencer a Argento para llevarla a cabo en su Pensilvania natal, donde estaba el centro comercial de Monroeville, casualmente cerca del aeropuerto de Pittsburgh donde también se rodaron algunas escenas. Además, se planeó un final alternativo donde Peter y Francine se suicidaban, descartado pese a que se prepararon los efectos de maquillaje correspondientes por parte de Tom Savini en su primera colaboración tras volver de la guerra de Vietnam, empezando desde aquí su trayectoria como el amo de la casquería.

El arte y la técnica de Savini en los efectos especiales y maquillaje son de lo más bizarro nunca visto a la hora de crear villanos en el cine. Uno de sus ayudantes era Joseph Pilato, posteriormente conocido como el antagonista de El día de los muertos. Los extras formaban un auténtico carnaval de condenados a la otra vida en origen que al final montaron una enorme fiesta con el resto del reparto debido a que como zombis resultaron ser muy verosímiles. La música varía según que versión veamos, así en la de Romero oímos a Pretty Things y en la de Argento a Goblin, quienes también aparecerían en la banda sonora de Apocalipsis caníbal. La cinta sufrió además numerosas modificaciones para ser vista en Cannes.

En algunos países incluso se llevó la temida X que sólo permite ser vista por adultos debido a su contenido explícito, en muchos casos estuvo censurada durante años sin poderse exhibir en salas. La versión que conocemos en España es el montaje europeo de Argento y que es el mismo que en Italia o Alemania, todos ellos distribuidos durante décadas en diversos formatos como el DVD o el ya lejano VHS que muchos hemos tenido en nuestras manos. Que duda cabe que la versión del italiano nos presenta una película de verdadero infarto, una de las más complejas y entretenidas del subgénero de todos los tiempos por su perfecta mezcla de terror sangriento y crítica a la sociedad consumista.

Nadie dijo que una obra de arte tenía que ser de buen gusto, y aquí el ejemplo del filme de Romero, uno de los maestros del fantástico en lo que se refiere a como hacía que lo repugnante nos fascinara, aunque no estaría de más dar ese merito también a Savini. Añoramos mucho a esos muertos vivientes que andaban como patos y a esos moteros que arrasaban con todo a su paso, eran el signo de una película de zombis bien hecha, y en este caso una secuela que hasta supera a la original, otra obra de culto de aquella época. Pero como pasa con el LaserDisc, es algo que ya no volverá a hacerse y que sólo disfrutaremos en ediciones domésticas especiales en Blu-ray.

                                          
Estuvimos de suerte al no verla convertida al 3D en cines, si tiene que volver a estrenarse debe ser como lo hizo originalmente (el montaje ya es otro cantar, si el de EEUU o el italiano). Revisando el filme puede de esta forma disfrutarse de ver Amanecer de los muertos, el gran debut de Snyder como director protagonizado por Sarah Polley, Ving Rhames y Jake Weber, con cameos de Foree, Reiniger y Savini. Tampoco está de más verse esa otra genial sátira protagonizada por Simon Pegg que es Zombis Party.

Puntuación: 7,5

                                             





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