El hombre en el castillo (2015-)

                        La libertad está bajo control

                                       
Serie de televisión distópica e ucrónica ( sobre historia alternativa) producida por Amazon Studios y Scott Free Productions,basada libremente en la novela del mismo título de 1962 del autor de ciencia ficción Philip K. Dick. En la serie se muestra una ucronía de la América del 62, en la cual se ha dado una hipotética victoria del Eje en la segunda guerra mundial que ha dividido Estados Unidos en dos gobiernos títeres: El Gran Reich Nazi y Los Estados Japoneses del Pacífico (costa oeste de los EEUU). La serie sigue a unos personajes cuyos destinos se entrelazan tras entrar en contacto con una lista de películas de propaganda que muestran una historia infinitamente diferente de la que han conocido.

Estrenada en 2015, el piloto (dirigido por David Semel) ha sido de lo más visto de todas las producciones originales de Amazon desde que la compañía se metió a hacer programación propia, lo que le llevó a encargar más episodios hasta tener una temporada de diez, que llegó en noviembre de ese año y que ha dejado muy buenas sensaciones. La segunda temporada, de otros diez episodios, llegó en diciembre de 2016, y la tercera la veremos en este 2018, que contará con un nuevo responsable para supervisar la parte creativa de esta ficción utópica y distópica con mucho suspense, ya que su creador, Frank Spotnitz, abandonó mediada la segunda temporada esta ucronía en la que los villanos principales son el Imperio de Japón y la Alemania nazi.
                               
Temporada uno: En la sinopsis de la primera temporada los personajes centrales son Juliana Crain (Alexa Davalos), Frank Frink (Rupert Evans), Joe Blake (Luke Kleintank), John Smith (Rufus Sewell) y Nobusuke Tagomi (Cary-Hiroyuki Tagawa). La serie tiene lugar en un 1962 alternativo, en el que Juliana Crain es una mujer de San Francisco (California) que se ve involucrada con la resistencia cuando su medio hermana, Trudy Walker (Conor Leslie) es asesinada por la Kenpeitai (policía militar imperial japonesa), justo después de darle a Juliana un rollo de película que contiene material de archivo de un noticiario cinematográfico que muestra una historia alternativa en la que los aliados han ganado la segunda guerra mundial y tanto Alemania como Japón fueron derrotados, a la vez que está ocurriendo la crisis de los misiles en Cuba.

La película se titula El saltamontes se ha posado y es parte de una serie de noticiarios documentales similares coleccionados por alguien a quien se refieren como “El hombre en el castillo”. Juliana cree que el noticiario refleja algún tipo de realidad alternativa y que es parte de una verdad mucho más grande sobre como debería ser el mundo. Su novio, Frank Frink (quien mantiene sus orígenes judíos ocultos para evitar la extradición y la muerte a manos de los nazis) cree que el noticiario no tiene relación con hechos de la vida real. Juliana se entera de que Trudy llevaba la película a Canon City, Colorado, en la Zona Neutral de las Montañas Rocosas, donde iba a reunirse con alguien.

                                        
Juliana decide viajar allí en el lugar de Trudy para averiguar cual era la misión de su medio hermana. Cuando llega a Canon City, se encuentra con Joe Blake, un neoyorquino de 27 años que es un agente doble del servicio de seguridad de las SS que trabaja para los nazis a las ordenes del obergruppenführer John Smith, un antiguo soldado del ejército de los Estados Unidos que se unió a la causa nacionalsocialista por haber crecido en la pobreza como resultado de la Gran Depresión y que ascendió de categoría hasta ser uno de los principales jefes de las SS. Blake finge ser miembro de la resistencia mientras busca al contacto de estos en Canon City, que es Juliana, sustituyendo a Trudy. Nobusuke Tagomi es un oficial de alto rango japonés (ministro de comercio) en San Francisco.

Se reúne en secreto con el oficial nazi Rudolph Wegener (Carsten Norgaard), quien está viajando de incógnito como el empresario suizo Victor Baynes. Tagomi y Wegener están preocupados por el vacío de poder que existirá cuando el Führer del Reich, Adolf Hitler (Wolf Muser), muera o sea obligado a dimitir debido al empeoramiento de su salud por culpa de la enfermedad de Parkinson. Wegener explica que el sucesor de Hitler querrá usar las bombas nucleares del Reich contra Japón para ganar control del resto de los antiguos Estados Unidos. Sin embargo, actualmente Japón y el Tercer Reich están enfrascados en una guerra fría llena de tensión pero sin un frente de guerra abierto, ya que los japoneses van con mucho retraso tecnológicamente respecto a los alemanes.

                                                         
Frank Frink acaba siendo arrestado cuando los japoneses y los nazis sospechan de las actividades de Juliana. Sin tener información de lo que buscan, es incapaz de darle a los primeros nada, por lo que matan a la hermana de Frink y a los dos hijos de esta como venganza, usando su herencia judía como excusa para sus ejecuciones. Esto le lleva a Frink a planear matar a los príncipes de Japón, quienes están de visita, pero definitivamente decide ir contra todo este plan. Prestigiosos directores como Brad Anderson (El maquinista) o Karyn Kusama (La invitación) han dirigido al menos un episodio en esta temporada, con el guionista Walon Green (Ley y Orden) escribiendo un capítulo.

Temporada dos: La segunda temporada de la serie abarca ampliamente a Frank Frink decidido a renunciar a su indecisión y relativo pacifismo, eligiendo convertirse en miembro comprometido de la Resistencia Americana al Imperio Japonés dentro de los Estados del Pacífico, participando finalmente en un exitoso bombardeo terrorista de un edificio gubernamental del mando central de la colonia nipona en el centro de San Francisco. El ataque mata a varios miembros de las fuerzas armadas y de la guardia imperial japonesas y a otros líderes de mayor rango, que terminan haciéndose el harakiri. Juliana Crain solicita asilo en el Reich nazi desde la embajada que tienen en la Plaza Unión de la ciudad californiana para poder escapar de los soldados japoneses que la responsabilizan de asesinato.

                                                         
John Smith ve que su petición de asilo difícilmente vaya a salir adelante, así que irrumpe en la sala de interrogatorios y asume el mando de su solicitud él mismo en nombre de la Gestapo, asegurándose de que se la dan y llevándosela a Nueva York sin que lo sepa Joe Blake, quien por su parte descubre que fue producto del programa de Lebensborn (eugenesia nazi) instaurado por Heinrich Himmler (Kenneth Tigar), líder de las SS, por lo que también es el único hijo biológico de un alto cargo nazi en Berlín, Martin Heusmann (Sebastian Roché). Finalmente Blake se reconcilia con Heusmann en lo personal y eso le convierte a este en el segundo de a bordo de la cancillería tras morir Adolf Hitler y el liderazgo nazi en la capital alemana le otorga a Heusmann el título de canciller interino del Reich, así de rápido y casi por defecto.

La muerte de Hitler recae de forma abrupta como responsabilidad de los espías japoneses, así que Heusmann repentinamente anuncia en televisión que esos agentes nipones a quien acusa de haber asesinado al Führer serán llevados ante la justicia por todos los medios necesarios, incluyendo la guerra. John Smith es el único oficial de alto rango nazi sospechoso por naturaleza según el anuncio repentino de Heusmann. Para ganar intuición sobre lo que ha pasado, interroga a otro camarada de igual posición, Reinhard Heydrich, del grupo de operaciones de las SS, quien revela una conspiración a largo alcance liderada por Heusmann, diseñada para dar como resultado una arremetida nuclear nazi contra el Imperio Japonés.

                                                    
Esto mataría a decenas de millones de japoneses, diezmaría a su imperio, dejaría al mismo nivel a Tokio, acabaría con la vida del emperador y obligaría a los supervivientes a ser absorbidos permanentemente dentro de un Reich nazi global. John Smith emprende calculando cuidadosamente acciones invisibles para interrumpir y desmantelar la conspiración de Heusmann y, como acto final, viajar a Berlín e informar a Himmler , quien no está involucrado en dicho complot, de la existencia del mismo. Graba y aporta pruebas físicas y escritas para adentrarse en profundidad en la estructura de poder que existe en el Reich sólo para ser desacreditado por tales rumores, así que los entrega personalmente en mano al líder de las SS.

Este conduce enfadado a Smith y a varios de sus más allegados subordinados berlineses al despacho del difunto Führer, ahora ocupado por el canciller interino. A continuación arresta a Heusmann por alta traición y por el asesinato de Adolf Hitler, deteniendo también a su hijo, Joe Blake, para luego dirigirse desde el pabellón del pueblo a los cientos de miles de civiles del Reich allí agrupados junto a las tropas de asalto de uniforme y así rechazar el discurso de declaración de guerra que se suponía debía haber pronunciado Heusmann, informando en su lugar de la conspiración de este a su imperio, todo ello destapado por John Smith. Al enterarse de ello, todos los asistentes al pabellón del pueblo estallan de alegría.

                                                         
Esta entusiasta celebración viene marcada por repetidos y masivos saludos nazis de los hombres de Himmler en general y luego de John Smith en particular. La segunda temporada termina con ambos asumiendo de manera implícita el mando del Reich, implicando con ello una nueva era de paz y tranquilidad entre el Imperio Japonés y el Gran Reich Nazi. Juliana Crain continúa viviendo fuera de su lugar de asilo dentro de Nueva York, en la costa este, y en los minutos finales, Trudy (o su versión alternativa de otro universo) aparece sana y salva, mientras que en un sótano sin localizar, a John Smith le dan acceso a una habitación llena a reventar con rollos de películas que vio el difunto Führer.


La protagonista ha aprendido a convivir con el invasor, pues se ha convertido en toda una experta en aikido, lo cual le será muy útil a lo largo de la serie, donde también visitamos el castillo alpino de Hitler ondeado por la esvástica, en Hohenwerfen (Salzburgo, Austria) o el atolón Bikini. Kusama repite como directora esta temporada tras su buen hacer en la primera. En 2010, la BBC fue la primera interesada en adaptar el libro en cuatro entregas para TV y que emitiría en su primer canal, con producción de FremantleMedia y Scott Free, con su fundador no como director sino de productor ejecutivo para la miniserie de ciencia ficción. Luego en febrero de 2013 se anunció que Syfy sería quien la adaptaría también en cuatro partes con Scott y Spotnitz.

                                             
Amazon comenzó a filmar el episodio piloto el 1 de octubre de 2014 en Roslyn, Washington (donde se rodaba Doctor en Alaska), siendo una de las primeras producciones televisivas del estudio, estrenada en enero de 2015 y consolidada como serie completa una vez evaluada la respuesta de los usuarios, un proceso diferente al de otros canales convencionales. Seattle aparece como la versión ficticia de San Francisco y de partes de Nueva York, y pueden verse de allí lugares reales como el monorraíl o el mercado de Pike Place. En abril de 2015 el rodaje se trasladó a Vancouver, Columbia Británica, donde se recrearon nuevos escenarios de la América nazi de John Smith, el personaje de Rufus Sewell, incluyendo una torre diseñada con hormigón en el centro de la universidad provincial.

Eric Overmyer se hará cargo de la serie a partir de la tercera temporada tras haber trabajado hace años en Homicidio y The Wire, y desde aquí esperamos que siga siendo como el producto que nunca antes se había visto en TV, ya que su trama te engancha rápidamente gracias a unos personajes muy bien desarrollados en esta elaborada distopía de posguerra, si bien es extremadamente diferente al libro, pero aún así es genial, ya que aunque en la historia ganan los nazis en realidad los que salen contentos somos los espectadores, que han visto una gran serie de ciencia ficción. Sin embargo pasa la primera temporada y te encuentras que la segunda tiene una trama verdaderamente poco manejable.

                                                       
Lo positivo es que expande su fascinante premisa hacia poderosas nuevas direcciones, apoyada en una estética visual impactante, sólidas interpretaciones e intrigantes nuevas posibilidades. Como curiosidad para terminar, parece ser que hubo controversia al anunciarse la serie debido a que en el metro de NY se usaron carteles publicitarios de temática nazi que muchos no sabían que se refería a El Hombre en el Castillo, por lo que tuvieron que retirarlos de todos los trenes, ya que es una simbología ofensiva sea en el contexto que sea.

Puntuación: 8

                                    






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