El caso Heineken (2015)

            Era el crimen perfecto hasta que les pillaron

                                          
Cinta policíaca dirigida por Daniel Alfredson y basada en el secuestro de Freddy Heineken, cuya adaptación parte del libro homónimo escrito por Peter Rudolf de Vries. Al protagonista, conocido por pertenecer a la compañía cervecera de su familia, Heineken, lo interpreta Anthony Hopkins, a quien acompañan Sam Worthington (como Willem Holleeder), Jim Sturgess (como Cor van Hout) y Ryan Kwanten, estos tres últimos dando vida a los criminales que lo secuestraron en 1983 en Amsterdam. La película muestra a cinco amigos en total, pero las autoridades holandesas consideraban clave solo a tres de ellos, especialmente a Holleeder y al cerebro, van Hout.

                                  
Buscando dinero fácil, decidieron raptar al dueño de Heineken, el acaudalado Freddy, todo ello para lograr un rescate millonario. Pese a capturar a Heineken y a su chófer (David Dencik), el grupo acabó enfrentándose a grandes dificultades debido a su falta de experiencia en el crimen. Fracasaron al negociar con la policía y Cor sintió que su deber era cuidar de su esposa embarazada, Sonja (Jemima West). Después de que Heineken fuera finalmente liberado por la policía, Willem y Cor huyeron hasta París, donde planearon permanecer ocultos. Sin embargo, Cor experimentó una intensa voluntad emocional de telefonear a Sonja, toda una acción peligrosa que podría haber revelado fácilmente su localización.

                                                          
Con la policía tras su huella, Cor se mostró inicialmente reacio e incluso tuvo varias discusiones con Willem, pero definitivamente se rindió a sus necesidades más personales y llamó a Sonja para contarle su paradero, resultando en que los dos fueron arrestados por la policía francesa mientras abandonaban su apartamento. Pese a su pedigrí basado en hechos reales, El caso Heineken es tristemente prisionera de los tropos de las sagas criminales de serie B, tan atractiva como una cerveza del día anterior con aroma de colillas, una película de intriga dramática abismal que no es más que una de esas producciones internacionales realizada por razones puramente fiscales y con nada artístico en ella. 

                                                
 En el momento en que los relativamente breves pero aparentemente interminables pleitos llegan a su conclusión, los espectadores pueden sentirse como si ellos mismos hubieran sido los rehenes. Anthony Hopkins encarna al rey del lúpulo y es el más excelente, ya que el resto de la película es un recuento sereno y sin banalidades sobre el mayor rescate jamás reunido en su momento, más de 10 millones de euros actuales.


Puntuación: 6

                                      

                                                                                    

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