La sombra de los otros (2012)

                               El refugio de tres almas

                                          
Terror intrigante en esta cinta dirigida por el dúo formado entre Björn Stein y Mans Marlind que protagonizan Julianne Moore y Jonathan Rhys Meyers, que tanto en EEUU como en otros países se ha estrenado directamente en vídeo bajo demanda sin conocer apenas más que un puñado de pases limitados en salas. Buena parte del filme se ha rodado en varios lugares de Pittsburgh y alrededores de la región de Pensilvania y cuenta entre sus secundarios con Jeffrey DeMunn y Frances Conroy, siendo una producción de la compañía de los hermanos Weinstein.

                                                    


Tras la muerte de su marido, la doctora Cara Harding (Moore) ha visto como su fe en Dios se ha quebrantado, no así su creencia en la ciencia. En un intento por abrirse a más teorías que aceptan hechos inexplicables en la psiquiatría, su padre (DeMunn) le presenta a Adam (Meyers), un paciente con personalidades múltiples que también toma algunas de las características físicas de sus otras identidades. Cara descubre rápidamente que esas otras personalidades fueron víctimas de asesinatos, y según va adentrándose más en el pasado de Adam, aumenta el riesgo de que ella y sus seres queridos van convirtiéndose en nuevas víctimas.

                                                  
Cara entonces conoce a la madre de Adam, la señora Bernberg (Conroy), quien le dice que su hijo podría haber matado a su marido pero que una de sus personalidades hizo el trabajo por él al ser este un alcohólico abusivo. Adam se vuelve más agresivo con todos los que le rodean, incluyendo a Cara. David es la mitad buena de Adam, mientras que Wesley la parte psicótica y salvaje que está empezando a hacerse con el control, concluyendo la película cuando la hija de Cara, Sammy, es secuestrada por el tercero, quien planea usar su cuerpo como recipiente para sus identidades. El plan se ve frustrado cuando Cara lo estrangulo hasta matarlo y salvar a su niña, si bien el destino de la chiquilla queda un tanto en el aire y no llega a revelarse si el plan ha funcionado o no.

                                         
Con dos años de retraso desde su rodaje hasta su llegada a nuestro país, este es un thriller que desesperadamente trata de desconcertar al espectador de todas las formas posibles, muy en la línea de Identidad pero sin el efecto tan espectacular que lograba el filme de James Mangold. En lugar de aquello tenemos un montón de estupideces envueltas en una caja de malhumorada y deprimente historia caracteres cambiantes, con sustos que se ven venir dada la modestia con que se tomaron esta producción, cuyo argumento toca de manera poco elaborada el trastorno de identidad disociativo sin la sutileza de la obra de Daniel Keyes o con el atrevimiento de Múltiple de M. Night Shyamalan.

Puntuación: 4,5

                                                     

                             



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