TRON: Legacy (2010)

                                                


 Ciencia ficción y acción  dirigida por Joseph Kosinski a partir de un guion de Adam Horowitz y Edward Kitsis, basado en una historia original de Brian Klugman, sirviendo como secuela de Tron, cuyo director, Steven Lisberger, regresó para producir. El reparto incluye a Jeff Bridges y Bruce Boxleitner, repitiendo  sus papeles  de Kevin Flynn y Alan Bradley respectivamente, además de Garrett Hedlund, Olivia Wilde, James Frain, Beau Garrett, Yaya DaCosta y Michael Sheen. La trama sigue al hijo adulto de Flynn, Sam, quien responde al mensaje  de su  padre perdido hace mucho y es transportado a una realidad virtual llamada " La Red", donde Sam, su padre y el algoritmo Quorra  deben detener al programa malévolo Clu para que no invada  el mundo real.

La original es una película de culto, por eso Disney quería hacer de esta continuación su propia Matrix, por lo que rápidamente se empezó el rodaje en Vancouver para estrenarla en cines en IMAX 3D, haciendo uso masivo del croma . Daft Punk se encargó de la banda sonora, en su mayoría música electrónica. En este juego en red lamentablemente  hay escasez de chispa, pero no quiere decir que sea un fracaso, pues el estudio hizo todo lo posible por generar interés más allá de la banda sonora y al menos acertó en volver a traer a Bridges y presentar a Sheen, cuyas interpretaciones son lo mejor junto a los efectos visuales y el diseño de producción. Lo peor es la historia y el desarrollo de personajes, que vuelve a quedar como algo muy plano. Fue nominada al Óscar al mejor sonido en la 83º edición, pero perdió ante Origen. Como su predecesora, esta es otra película de culto y le seguirá otra.

TRON: Ares  será la tercera parte que concluirá esta cinta, la cual tiene seguidores por varias razones, la principal de todas no podía ser otra que sus hazañas visuales. 

                                                          


En 1989, Kevin Flynn, quien fue ascendido a director ejecutivo de ENCOM Internacional siete años antes (como se vio al final de TRON), desaparece. Veinte años después, su hijo Sam, ahora accionista mayoritario de ENCOM, le gasta una broma a la corporación lanzando el sistema operativo en línea distintivo de la compañía gratis. El ejecutivo de ENCOM Alan Bradley, viejo amigo de Flynn, lo aprueba, creyendo que lo nivela  con los ideales de Flynn sobre el software libre. No obstante, Sam es arrestado por invasión de propiedad privada. 

Alan paga la fianza de Sam y le cuenta acerca de un mensaje de un busca originario del salón recreativo cerrado de Flynn. Allí Sam descubre un   sótano oculto con un gran ordenador y un láser, que repentinamente lo digitaliza y descarga en la Red, una realidad virtual creada por Flynn. Es capturado y enviado a "los Juegos", donde debe luchar contra un programa informático enmascarado llamado Rinzler. Cuando Sam es herido y sangra, el contrincante se percata de que Sam es humano, o un "Usuario". Lleva al chico hasta Clu, el corrupto programa dominante de la Red, quien se parece a un joven Kevin. 

Clu casi mata a Sam en un duelo de Ciclos de Luz, pero el chico es rescatado por Quorra, una "aprendiz" de Flynn, quien le muestra el escondite de su jefe fuera del territorio de Clu. Flynn explica que ha estado trabajando para crear un sistema informático "perfecto" y que ha designado a Clu y al programa de seguridad Tron como sus cocreadores. El trío descubrió una especie de algoritmos isomórficos de origen natural (ISOS), con el potencial de resolver varios misterios naturales. Clu, considerándolos una aberración, traicionó a Flynn, mató a Tron y destruyó a los ISOS. El "Portal" que permite viajar entre los dos mundos cerró, dejando a Flynn atrapado en el sistema. Clu envió el mensaje a Alan esperando atraerlo a la Red (aunque Sam sirve su propósito igual) y reabrir el Portal  por un tiempo limitado. Ya que  el "disco de identidad" de Flynn es la llave maestra a la Red y el único camino para atravesar el Portal, Clu espera que Sam traiga a Flynn allí para que puede quedarse con su disco, cruzando el Portal él mismo e imponer su idea de perfección  en el mundo humano. 

Contra los deseos de su padre, Sam vuelve al territorio de Clu para encontrar a Zuse, un programa que puede proveer un camino seguro al Portal. En el Club  Final de Línea, el dueño se revela como Zuse,  traicionando después Sam a los guardas de Clu. En la pelea resultante, Flynn rescata a su hijo, pero Quorra es herida y Zuse gana posesión del disco de Flynn. Zuse intenta negociar con Clu por el disco, pero este lo traiciona y destruye el club con Zuse dentro. Flynn y Sam se esconden a bordo del programa de transporte "Velero Solar", donde Kevin restaura a Quorra y esta se revela como la última ISO superviviente. 

El transporte es interceptado por el buque de guerra de Clu. Como distracción, Quorra se deja ser capturada por Rinzler, a quien Flynn reconoce como Tron, no asesinado por Clu pero más bien reprogramado. Sam reclama el disco de Flynn y rescata a Quorra, mientras que Flynn toma el control de un Caza Ligero. Clu, Rinzler y varios guardias persiguen al trío en aviones a reacción. Rinzler recuerda su pasado como Tron y deliberadamente colisiona  con el avión a reacción de Clu, cayendo después al Mar de Simulación que hay por debajo. Clu se enfrenta  a los otros en el Portal, pero Flynn  se reintegra con su duplicado digital, destruyendo a Clu y a él mismo. Quorra, quien ha cambiado discos con Flynn, le da el de este a Sam, escapando juntos al mundo real  cuando la explosión siguiente del sacrificio de Flynn nivela el Mar de Simulación. 

En su sala de juegos, Sam realiza una copia de seguridad y desactiva el sistema. Luego este le cuenta a un Alan expectante que planea retomar el control de ENCOM, nombrándolo presidente de la junta. Sam  se va en su moto con Quorra y esta contempla su primer amanecer real. 

                                              


Tenemos a un actor poco conocido protagonizando esta secuela de Tron, aunque con el tiempo se ha instalado en repartos de grandes producciones. El director de Legacy cuenta aquí con Daft Punk y expresamente no ha hecho otra Matrix. Ha sabido capturar el espíritu de la película original y llevarlo al presente. El personaje de Wilde, Quorra, está muy inspirado y es una mujer muy empoderada, basado en Juana de Arco. La actriz hacía entonces malabares entre sus papeles en TV y cine, aceptando este rol tan andrógino que la acerca más a la cantante pop Karen O. Aquí se adentra en el mundo nerd tras haber interpretado a una doctora bisexual en la serie House. En general el elenco principal no hizo sus escenas de riesgo, dejando esta labor a los especialistas, como es el caso de Rinzler, personaje que tiene conexiones con Lucasfilm, el estudio de Star Wars. 

Mención aparte merece Sheen, la auténtica estrella de Tron Legacy, una mezcla entre Ziggy  Stardust , Joel Grey de Cabaret y  Frank-N-Furter de Rocky Horror Show, una gramola de la cultura popular. Atentos por cierto al actor que hace un cameo sorpresa y que podría ser el futuro villano en la siguiente entrega, una aparición al nivel de cuando en el club salen pinchando Daft Punk y de soslayo Lisberger, un momento para reconocer su patrimonio. En principio se rumoreó que Pixar iba a ser el estudio que rehiciera el clásico de Disney, incluso que el videojuego era la secuela directa del título de culto de ciencia ficción. Lanzar el legado fue tarea de dos guionistas que trabajaron en Perdidos, encargados de reiniciar este punto de referencia del género tras haber revolucionado la TV, su medio natural. Lo cierto es que hubo ayuda entre estudios hermanos para pulir el guion, con ayuda de pesos pesados. 

Kitsis y Horowitz recibieron consejos nada menos que de Michael Arndt y Brad Bird para la gran apuesta de Disney de  la década pasada. El estudio del Ratón  se subía al carro de rehacer Tron y le pasaba la batuta a Kosinski, el heredero de Lisberger. Según dijeron Bridges y Wilde, Legacy  trata sobre la religión, a tenor de su doble papel, pero también puede ser visto como una tragedia shakespeareana  con ciclos de luz. El presupuesto de esta segunda entrega se queda corto con 300 millones, arruinando el sueño de poder construir un ciclo de luz real. Hay nuevos diseños por parte de artistas encargados de hacer trajes luminosos y coches espaciales,  que aquí se han encargado de los zumbidos de esas motos futuristas. A todo esto, la chica de la cinta original, Cindy Morgan, no aparece en esta secuela tardía, tal vez decisión de Joe Kosinski. 

                                                             


¿Cómo aguantaran los efectos visuales 3D de Tron: Legacy dentro de 30 años? Ni yo ni posiblemente tu lo sabremos, pero lo que sí es cierto es que han creado un nuevo legado para la franquicia, porque invierte la edad de Bridges, el efecto más difícil de lograr de toda la película. En el apartado musical, la banda sonora de Daft Punk mezcla lo clásico con lo cyberpunk, todo un acierto por parte de Disney, que levantó la liebre para Kosinski. El dúo abandonó los sintetizadores en beneficio de la sección de cuerdas y crearon una maravilla de tema llamada "Derezzed", que te transporta directamente a la Red, una composición increíble. Flynn vive, Tron vuelve a casa y los espectadores se reencuentran con este mundo virtual. Todo esto cuando Marvel estaba en su mejor momento, con Iron Man, Spider-Man y Lobezno en cines dándolo todo, cuando Hollywood encontró su nueva mina de oro. 

Esta película futurista ya fue ayer, cuando la música electrónica alcanzó su cima en las pistas de baile y daba color a las noches. Y su diseño parece incluso a día de hoy desfasado, cuando en su momento la Red podía  inspirar, como toda la ciencia ficción, a algo tan funcional como un hotel de cinco estrellas sueco, más allá de dispositivos electrónicos y juguetes, o joyería y zapatería de gama alta y otros accesorios femeninos. Pero no olvidemos que es un mundo de videojuego, a los pocos años suele quedar anticuado, incluso con actualizaciones, le pasa lo mismo que a los comics. Pero técnicamente innovó a un nivel que es inimaginable, y rescató  a Boxleitner del olvido en el que había caído. No buscaba estar de moda otra vez, sino ser una segunda pantalla que hiciese muchas cosas al mismo tiempo. Su andadura en taquilla fue sólida pero nada espectacular. 

2010 fue un año poco impresionante, muy tibio en general. Bastante flojo y decepcionante. Esta secuela de Tron  dominó al resto por la espera y porque se vendió como un evento que no debía perderse en pantalla grande.  Legacy  presume de efectos visuales deslumbrantes, pero sus personajes humanos y la historia que cuenta  se pierden entre  su diseño de producción de vanguardia. Pasaron casi 30 años entre la primera y esta, con dos actores de aquella, y honestamente, no se entiende nada, pero  tiene una pinta excelente. Y ambas son puntales de última generación del género. Los efectos por ordenador y el 3D eran una gozada para la mente, un viaje único, por eso vista después te percatas del atascamiento narrativo que tiene. Una épica informática de este calibre carece de impulso y alma, lo cual es descorazonador, porque se queda en imitación pobre de Matrix. 

Tron: Legacy  es algo que te vuela la cabeza, pero su guion está plagado de agujeros narrativos y de desarrollo de personajes. Esa es su mancha, su cruce de cables, tiene grandes gráficos pero carece de lustre para ser llamada clásico de la gran pantalla, no es La naranja mecánica. Tiene efectos 3D, pero lo demás se queda al 1, es un insulto de 170 millones de $ en un reinicio  con un legado dudoso y digitalizado. Ya digo que no decepcionó verla en pantalla grande, porque Flynn vive  y los efectos visuales son notables, pero no memorables. Por cierto, la serie animada La resistencia cuenta con los mismos guionistas y explora otra historia y personajes, siendo una propuesta bastante curiosa de ver. Lisberger ya ha dado el visto bueno para la tercera tras comprobar el fenómeno mundial en el que se ha convertido y hasta hace unos años los mismos guionistas iban a volver para la secuela. 

                                                               


La tercera parte se iba a rodar en Vancouver hace unos años  con Kosinski repitiendo para Disney tras las cámaras, igual que delante de las mismas Wilde y Hedlund, pero entonces el estudio lo paró todo, por culpa del fracaso, en circunstancias similares, de Tomorrowland. Por eso quedó en la nevera hasta hace poco, cuando se anunció otro reinicio protagonizado por Jared Leto y en el momento en que Daft Punk anunciaba su separación tras casi 30 años juntos. Primero se dijo que la iba a dirigir el responsable de Lion, Garth Davis, y ahora la secuela del clásico de culto moderno ya tiene director definitivo: Ares  será el nuevo proyecto de Joachim Ronning. 

Puntuación: 6,5

                                        



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