El Hobbit: La desolación de Smaug (2013)
Épico filme de aventuras y alta fantasía dirigido por Peter Jackson a partir de un guion de Fran Walsh, Philippa Boyens y Guillermo del Toro, basado en la novela de 1937 El hobbit de Tolkien. Secuela de Un viaje inesperado y segunda entrega de la trilogía que adapta el libro, sirviendo como precuela de la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos. La película sigue a Bilbo Bolsón mientras continúa acompañando a Thorin y a sus enanos en una misión para reclamar Erebor al dragón Smaug. Persiguiéndolos están los vengativos orcos Azog el Profanador y su hijo Bolg, mientras Gandalf investiga el retorno de una olvidada fuerza maligna en las ruinas del Bosque Negro. El reparto coral incluye a Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Benedict Cumberbatch, Evangeline Lilly, Lee Pace, Luke Evans, Ken Stott, James Nesbitt y Orlando Bloom.
Con planos en 3D para cine a 48 fotogramas por segundo, se rodó en Nueva Zelanda y Pinewood Studios, donde se filmaron los pick-ups o planos pequeños por orden de Warner Bros. Éxito de taquilla asegurado hace ya más de una década y nominada a premios, incluyendo en los 86º Óscar las candidaturas, que no se llevó, de mejor sonido y efectos visuales, categorías técnicas. Concluiría la trilogía del Hobbit con el estreno al año siguiente de La batalla de los cinco ejércitos.
Thorin y su compañía están siendo perseguidos por una partida de orcos. Son escoltados por Gandalf hasta el hogar cercano de Beorn, un metamorfo que se hace pasar por un oso. Esa noche, Azog es convocado hasta el Bosque Negro por el necromante, quien le manda dirigir a sus fuerzas para la guerra. Azog delega la caza de Thorin en su hijo Bolg, Beorn acompaña al grupo hasta las fronteras del Bosque Negro, donde Gandalf descubre la lengua negra imprimida en una vieja ruina. Esto y una anterior petición de Galadriel le determina a investigar las tumbas de los Nazgul. Avisa a la compañía de permanecer en el sendero antes de partir. Al entrar en el bosque, se pierden por el camino y son atrapados por arañas gigantes. Bilbo libera a los enanos con la ayuda del Anillo Único. Sin embargo, Bolsón comienza a comprender su influencia oscura tras dejar caer el anillo y mata brutalmente a una araña para recuperarlo.
Las arañas restantes son aniquiladas por los elfos liderados por Legolas y Tauriel, quienes capturan a los enanos y llevan a Thorin ante su rey, Thranduil. El prisionero se enfrenta al rey por abandonar a los enanos de Erebor tras el ataque de Smaug 60 años antes y posteriormente es encarcelado con los otros enanos. Bilbo, que ha evitado ser capturado, prepara su huida por medio de barriles de vino vacíos que son enviados aguas abajo. Son perseguidos por los elfos y emboscados por Bolg y su partida de orcos, enzarzándose en una batalla consecutiva a tres bandas por el río. Los enanos logran escapar de ambos grupos de perseguidores, pero Kíli es herido por un asta Morgul. Thranduil confina su reino cuando un orco cautivo revela que un ejército malvado se está reuniendo en el sur, pero Tauriel decide irse y ayudar a los enanos; Legolas va tras ella. Mientras, Gandalf y Radagast investigan las tumbas de los Nazgul, que hallan vacías.
La compañía es infiltrada en Esgaroth por un barquero llamado Bardo I. Thorin promete al Maestro de la Ciudad del Lago una cuota del tesoro de la montaña, les entregan armas y los envían a la montaña. Debido a su herida, Kíli es obligado a quedarse atrás en casa de Bardo, cuidado por los otros enanos. Bilbo descubre la entrada oculta en Erebor y es enviado dentro para recuperar la Arkenstone. Sin embargo, accidentalmente despierta a Smaug, quien revela su conocimiento de la trama de los enanos y del retorno de Sauron. En Ciudad del Lago, se revela que Bardo es descendiente del último gobernante de Dale y que posee la última flecha negra capaz de matar a Smaug. Bardo intenta llevarla al lanzador del pueblo, temiendo lo que pueda pasar en la montaña. Sin embargo, es arrestado por el Maestro, pidiéndole a su hijo que oculte la flecha.
Bolg y su partida de orcos se infiltran en el pueblo y atacan a los cuatro enanos, pero Tauriel y Legolas llegan y rápidamente los despachan. Mientras, Gandalf se infiltra en Dol Guldur solo tras enviar a Radagast a advertir a Galadriel de su descubrimiento en las tumbas. Es emboscado por Azog y el necromante derrota a Gandalf, revelándose como Sauron. El mago observa en vano como Azog y un ejército orco marchan de Dol Guldur a la Montaña Solitaria. Dentro de la montaña, durante una larga persecución, Bilbo y los enanos reavivan la forja usando las llamas de Smaug y fundiendo una enorme estatua dorada, esperando enterrar en la montaña al dragón vivo en el oro fundido. Una vez hecho, Smaug emerge del metal, se tambalea desde la montaña y echa a volar para destruir la Ciudad del Lago mientras Bilbo observa desesperado.
Cumberbatch convenció a Jackson durante el rodaje de esta segunda parte del Hobbit de dar vida a Smaug por captura de movimientos, para que resultase más creíble. Por su parte, Lilly encarna un nuevo personaje, Tauriel, creado para la película y que no existía en el libro, al contrario que Bardo el arquero, al que interpreta Evans, o Thranduil, el personaje de Pace. Bloom repite como Legolas, mientras que el actor sueco Mikael Persbrandt es Beorn y John Bell hace del hijo de Bardo. Para el rodaje se usaron hasta siete drones y se incluyó una canción original de Ed Sheeran, para los créditos finales. Si bien es un paso adelante con respecto a su predecesora, la mayoría de espectadores no pensó igual. La Tierra Media recuperó su encanto para quien esto escribe, donde muchos críticos profesionales no hallaron un punto común y otros vieron que la adaptación se revitalizaba.
Aunque aún se ve ligeramente desjarretada por los problemas narrativos de ser el capítulo del medio y también por su tremenda duración, La desolación de Smaug representa un segundo capítulo más lleno de confianza y emocionante dentro del Hobbit. Está más viva que nunca aunque a algunos les parezca que Jackson hace una versión muy aburrida del primer libro de Tolkien.
Puntuación: 7,5
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