Armageddon (1998)
¿Salvarán al
mundo?
Ciencia ficción y catástrofe dirigida por Michael Bay , producida por Jerry Bruckheimer y distribuida
por Touchstone; la película sigue a un
equipo de obreros de perforación
rotatoria enviado por la NASA para detener un asteroide gigantesco que va a la
Tierra. Protagonizada por Bruce Willis, Billy Bob Thornton, Liv Tyler, Ben
Affleck, Will Patton, Peter Stormare, Keith David y Steve Buscemi, fue
personalmente la que más disfruté en cine de aquel lejano 1998, digamos que me
pilló en la edad adecuada.
Una enorme lluvia de meteoritos destruye en órbita el
transbordador espacial Atlantis antes de entrar en la atmosfera y bombardear
Nueva York. Los meteoritos fueron expulsados del cinturón de asteroides por un
cometa rebelde que también golpeó a otro asteroide del tamaño de Texas y que
impactará en la Tierra en 18 días, causando un evento que barrerá toda forma de
vida en el planeta. La NASA traza un plan para tener entrenado a un grupo de operarios de pozos petrolíferos
profundos que formen a astronautas y que se abra una zanja en el asteroide
donde puedan insertar y detonar una bomba nuclear que lo destruya.
Para ello reclutan a Harry Stamper, un operario y
dueño de tercera generación de su propia compañía, quien acepta ayudar
con la condición de traer a su propio equipo para la perforación, eligiendo a
sus mejores trabajadores para el encargo: Chick Chapel, su mejor
amigo y mano derecha; los geólogos Rockhound y
Oscar Choice; y los perforadores
Bear Curlene, Freddie Noonan, Max Lennert y A.J. Frost (quien ha estado saliendo con la hija
de Harry, Grace, pese a la oposición de este). Durante doce días, entrenan con
el astronauta Willie Sharp, que pilotará el Libertad-
uno de los dos transbordadores que volarán al
asteroide, siendo el otro el Independencia.
Antes de partir, Chick se disculpa con su ex mujer por
ser injusto con ella y de paso ve a su hijo, quien desconoce que él
forma parte de su familia. Por otro lado, Grace acepta la proposición de matrimonio de A.J. Tras la destrucción de Shanghái por
otra lluvia de meteoros, se hace público al mundo que se avecina un enorme asteroide.
Ambos transbordadores despegan sin incidentes y se acoplan con la estación
espacial rusa Mir para repostar.
Durante el proceso, una chispa provoca un incendio, así que A.J. y el cosmonauta ruso Lev Andropov se las arreglan para
abordar el Independencia antes de que la estación espacial sea
destruida.
Acercándose al asteroide, el Independencia queda dañado por los restos y choca, matando a todos
a bordo excepto a Lev, Bear y A.J.,
quienes se embarcan en el Armadillo del transbordador para dar con la
tripulación del Libertad, que
aterriza a 41 kilómetros de su
sitio de aterrizaje deseado. Cuando la
perforación va más lenta de lo previsto, Sharp informa al centro de control de
misión de que es improbable que el equipo pueda alcanzar la profundidad
necesaria para destruir el asteroide
antes de la “Barrera Cero”, el punto tras detonar el meteorito en el que
la Tierra no estará a salvo. Pese a que incluso podría provocar un fallo total
de la misión, el presidente de los EE.UU. decide detonar a distancia la bomba
desde la Tierra.
Sharp y Harry tienen una discusión violenta, pero
aceptan desactivar la bomba y trabajar juntos después de que Harry prometa al
primero que cumplirá la misión. Progresan en la perforación, pero un gas de
bolsillo desaprovechado provoca un pinchazo que destruye el Armadillo y mata a Max. Justo cuando Harry, la NASA y el
mundo creen que la misión fracasa, A.J. y los otros llegan en un segundo
Armadillo, pero no antes de que otro meteoro devaste París.
A.J. logra perforar un agujero a la profundidad
requerida, pero una tormenta rocosa mata a Gruber y daña el detonador remoto,
obligando a que alguien se quede detrás y detone la bomba manualmente. Al
echarlo a suertes, la responsabilidad recae sobre A.J., por lo que Harry lo
lleva hasta abajo, a la superficie del
asteroide, desconectando su manguera de aire, obligándole a depender del
compartimento estanco del transbordador. Le cuenta que él es el hijo que nunca
tuvo y que estaría orgulloso de que se casara con Grace. Usando el Armadillo, Harry
le da a la chica la bendición para casarse con A.J. , a lo que ella contesta que se
enorgullece de ser su hija.
Tras algunas dificultades, Libertad despega, pero un segundo pinchazo provoca que
Harry pierda agarre en su detonador. Justo antes de la Barrera Cero, detona la bomba y salva al planeta, los astronautas aterrizan en la Tierra de
forma segura, A.J. y Grace se reúnen y Chick se reconcilia con su ex mujer y su hijo del que estaba
distanciado. Luego, la joven pareja se casa en presencia de los retratos de
Harry, Max, Oscar y los otros que perdieron sus vidas en la misión, aunque sea en memoria.
El guion de esta producción de Disney es exactamente
un plagio, con ligeros cambios eso sí, de su coetánea Deep Impact. Los guionistas de Hollywood suelen copiarse sus
historias y en Armageddon están
acreditados entre otros, nombres como los de Tony Gilroy, J.J. Abrams, Paul
Attanasio, Scott Rosenberg o el veterano Robert Towne. Hasta que no se
dio luz verde al proyecto, la factoría de guionistas para el éxito de taquilla
en ciernes tuvo involucrado a la mayoría de los mencionados, pues cada uno
aportó sus ideas para una de las muchas películas catastróficas estrenadas en
aquella década de los 90. Ahora bien, Hollywood comete muchos errores en lo que
se refiere a la precisión científica y su representación de una amenaza a la Tierra
desde los confines del universo aquí queda como algo puramente ficticio, poco
veraz.
Era la época en la que Willis,
de tres películas rodadas, le podía salir mal una, dos o todas. Su acuerdo como
protagonista en las producciones de su amigo Joe Roth le reportó grandes
beneficios ya fuera por éxitos, fracasos o lo que en general aquel verano pudiese
engullir a toda cinta de Hollywood. El entonces presidente de Disney, Roth,
puso todo el dinero posible para que esta película triunfase a toda costa, incluyendo
la inversión en efectos visuales con los que la compañía Dream Quest Images
recreó la escena del asteroide golpeando París, para así mostrar como la cinta
tenía más acción, violencia y espectáculo que su competidora. Tengamos presente
que esto es Estados Unidos, todo se hace a lo grande.
Armageddon
no es
cine arte, es Disney haciendo lo que mejor sabe, igual que ocurriría un año
después con otra cinta concebida para el espectáculo como es Matrix. Es también una muestra de que
tras el 11-S ver en pantalla las Torres
Gemelas es a la vez un tributo y un doloroso recuerdo. Igual que el accidente del
transbordador espacial Columbia, que en su momento verlo por TV podía
resultar un material muy susceptible de mirar. Podría decirse que en la
película hay escenas que lo predijeron, o fue pura casualidad, pues ambos
golpes no estaban previstos que pasaran de la ficción a la realidad. Sea como
fuera, es una película de visionado agradable pero tan inteligente como el
asteroide que sirve de antagonista.
Armageddon
resume astutamente los legados
cinematográficos del productor, Bruckheimer, y el director, Bay, de ahí que sea
odiada por los críticos pero
amada por los espectadores. En concreto, el cineasta tiene ya un estilo muy
definido y nunca renuncia al mismo, como en Dolor
y dinero, donde se revisitaba un horrible delito cometido en Miami con más
dramatización que veracidad y con el desenfado que caracteriza a la cinta que
nos ocupa. Es su forma de responder a sus detractores, esos periodistas de ocio
que siempre le exigen disculpas por hacer el cine a su manera. ¿Pero podría
Willis salvar el mundo? Oficialmente,
por mucho que lo intentase, el actor no
lo conseguiría, habría necesitado una bomba más grande para detener el
asteroide, según los científicos.
Puntuación: 6,5
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