King Kong ( 1933)

 

                                                                         



Película de monstruos y aventuras de la época previa al código de censura en Hollywood dirigida y producida por Merian Cooper y Ernest Schoedsack, con guion de Ruth Rose y Edgar Wallace (creador de la idea original) protagonizada por Fay Wray, Bruce Cabot y Robert Armstrong. Esta es la primera gran cinta de terror de la historia, una de las mejores sin duda, no hay discusión, este gorila llamado King Kong fue creado con animación en volumen por Willis O´Brien y música de Max Steiner, un punto de referencia en la industria. Tuvo secuela inmediata, la inferior El hijo de Kong, así como un par de remakes, el evitable de 1976 y el magnífico de 2005, y la reciente Kong: La Isla Calavera, muy entretenida.


En el puerto de Nueva York, el cineasta Carl Denham, conocido por sus películas de la vida salvaje en localizaciones remotas y exóticas, alquila el barco del capitán Englehorn, el Venture, para su nuevo proyecto. Sin embargo, no puede asegurar una actriz para un papel femenino al que ha sido reacio a revelar. Buscando en las calles de NY, da con Ann Darrow y le promete la aventura de su vida. La tripulación se embarca en el Venture y sale , durante lo cual el primer oficial del navío, Jack Driscoll, se enamora de Ann. Denham revela a la tripulación que su destino es, de hecho, Isla Calavera, un territorio inexplorado del que ha tenido conocimiento por un capitán de barco noruego que salvó a algunos nativos.


Salieron de la isla en canoa, aunque murieron antes de alcanzar tierra. Alude a una monstruosa criatura llamada Kong, del que se rumorea que reside en la isla. La tripulación llega y ancla en el mar, encontrándose un pueblo nativo separado del resto de la isla por una antigua muralla de piedra con una enorme puerta de madera. Observan a un grupo de nativos preparándose para presuntamente sacrificar a una muchacha denominada la novia de Kong al confinarla al otro lado de la muralla. Los intrusos son divisados y el jefe nativo para la ceremonia. Cuando ve a Ann ofrece cambiar seis de sus mujeres tribales por la mujer dorada. Le desprecian y regresan al Venture.


Esa noche, los nativos secuestran a Ann del barco y la llevan por la puerta de la muralla hasta un altar, donde es ofrecida a King Kong, una enorme criatura parecida a un gorila. Kong lleva a una aterrada Ann hasta la naturaleza según Denham, Jack y algunos voluntarios entran en la jungla con esperanzas de rescatarla. Son emboscados por otra criatura gigante, un estegosaurio (en Isla Calavera aún existen los dinosaurios), al que logran vencer. Tras enfrentarse a un carnívoro Brontosaurus y al mismísimo Kong, Jack y Denham son los únicos supervivientes. Un tiranosaurio intenta devorar a Ann, pero Kong lo mata para defenderla. Mientras, Jack continúa siguiéndolos y Denham regresa al pueblo.


                                                        



Con más hombres, al llegar a la guarida de Kong, Ann es amenazada por un elasmosaurus parecido a una serpiente, a la que Kong también mata. Mientras Kong está distraído matando a un pteranodon que trató de echar a volar con Ann, Jack la alcanza y descienden por una vid colgando de un acantilado. Cuando Kong se da cuenta y empieza a tirar de ellos retrocediendo, los dos caen indemnes, corriendo a través de la jungla de vuelta a la aldea, donde Denham, Englehorn y los tripulantes supervivientes esperan. Kong, siguiéndolos, abre la puerta pese a la enorme viga que la cierra , tanto la tripulación como los nativos tratando de empujarla para cerrarla y como implacablemente arrasa todo el pueblo.


En la costa, Denham, ahora determinado a traer a Kong de vuelta vivo, lo noquea hasta dejarlo inconsciente con una bomba de gas. Engrilletado y encadenado, Kong es llevado a NY y presentado ante el público del teatro de Broadway como King Kong, la Octava Maravilla del Mundo. Ann y Jack son conducidos al escenario para unirse a él, rodeados por un grupo de fotógrafos de prensa. Kong, creyendo que el flash de la fotografía resultante es un ataque, se desata y el público huye horrorizado. Ann es llevada rápidamente a una habitación de hotel en un piso alto, pero Kong, escalando el edificio, pronto la encuentra. Su mano aplasta a través de la ventana de la habitación del hotel, empujando a un lado a Jack.


Ann es secuestrada otra vez por Kong, quien devasta todo a través de la ciudad mientras Ann grita en su puño. Este destroza un tren elevado y abarrotado y luego sube por el Empire State Building. En su cima, es atacado por cuatro aviones, si bien Kong destruye uno, pero finalmente sucumbe a sus disparos, mirando a Ann una última vez antes de caer muerto. Jack toma un ascensor hasta la cima del edificio y se reúne con Ann, mientras que Denham llega y empuja a través de la multitud que rodea el cadáver de Kong en la calle. Cuando un policía comenta que los aviones lo acorralaron, Denham le dice que No, no fueron los aviones, fue la belleza lo que mató a la bestia.


                                                     




Existen eslabones perdidos en los orígenes selváticos de King Kong y están en el personaje de Denham, un trasunto de los primeros documentalistas del cine primitivo y que refleja en su expedición la influencia de esa búsqueda por el gran gorila que habita en la isla inexplorada de Calavera. Otro precedente, en este caso literario, sería El mundo perdido de Doyle, adaptada a la gran pantalla en la década muda, los años 20. Esos padres ilegítimos darían forma al mito de la infancia de Peter Jackson, quien hasta que no se hizo un nombre en Hollywood no cumpliría su sueño de hacer su propia versión para Universal, la cual es muy respetuosa con la original, sobre todo en la parte terrorífica.


Este icono cinematográfico que descubrió a Wray y que permitió a Jackson lucirse como cineasta espectacular fue la semilla de un clásico donde se nos transporta a Isla Calavera, uno de esos lugares de Hollywood emblemáticos en el que el simio fue animado como se hacía en los años treinta, al estilo Harryhausen. En una época tenebrosa el cine aportó brillo con un arte hoy casi perdido dentro del terror sobrenatural, sin recurrir como se rumoreó durante años a que un actor del estudio iba dentro de King Kong disfrazado. Dentro de una cinta de temática jurásica, una colección de saurios del Mesozoico, se habló de que varios actores encarnaron al personaje titular en la escena del Empire State Building.


En un primer caso, Ken Roady afirmó haber estado bajo el traje, pero su testimonio se demostró como fraudulento, mientras que en el segundo, Charles Gemora, se debe a un error propio de este cuando encarnó un personaje similar en una parodia no completada de Kong. Cooper negó que su majestad primate tuviese a un actor vestido de gorila, ya que un humano no hubiese funcionado salvo en alguna prueba de concepto antes de empezar el rodaje. En presencia de Kong apenas hay diálogo funcional para enfatizar el temor que infunde y sólo le acompaña la música, salvo en una escena perdida durante tiempo ambientada en el pozo de la araña gigante y que luego se ha rescatado para DVD.


King Kong explora el alma de un monstruo, haciendo que los espectadores griten y lloren durante la película, en gran parte debido a los efectos especiales avanzados que dan vida a Kong. En el cine actual se ha perdido, da igual el género, pues no se ha vuelto a ver al monstruoso simio recoger emociones como en aquel tiempo en el que la novedad era el cine hablado. La aparente inhumanidad muestra un conocimiento implícito y una deshumanización histórica con consecuencias contemporáneas.


Puntuación: 7,5


                                           









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