Sin City: Ciudad del pecado (2005)
Vaya manera más
mierda de acabar en compañía
Es
una de las muchas obras maestras de Frank Miller, un filme policíaco
neo noir escrito, producido y dirigido entre el genio de los cómics
y Robert Rodriguez, basándose en la novela gráfica homónima del
primero, un referente de la cultura popular ilustrada más importante
de nuestra época. Un duro adiós es sobre un hombre que se
embarca en una brutal senda de destrucción para buscar al asesino
de su rollo de una noche, matando a todo el que se le cruza, policía
incluida, hasta dar y acabar con el asesino de la chica. La gran
matanza se centra en un hombre común que se ve atrapado en una
guerra callejera entre un grupo de prostitutas y otro de mercenarios,
así como la policía y la mafia.
Ese
bastardo amarillo sigue a un
policía envejecido que protege a una muchacha de un asesino en
serie grotescamente desfigurado. La cabecera y el final de la
película se basan en el relato breve El cliente siempre
tiene la razón, original de la
serie de cómics de Miller, en este caso del sexto libro titulado
Alcohol,fulanas y balas,
siendo el resto de los tomos uno, tres y cuatro. El filme cuenta con
un reparto coral formado por Jessica Alba, Benicio Del Toro, Brittany
Murphy, Clive Owen, Mickey Rourke, Bruce Willis y Elijah Wood. Otros
que aparecen como secundarios son Alexis Bledel, Carla Gugino, Jaime
King, Nick Stahl y Makenzie Vega.
El
traslado de las viñetas a la gran pantalla conserva el proceso de
color que hace única a Sin City, ya
que la película es en blanco y negro y solo lo añade a ciertos
objetos. Técnicamente a nivel visual es una maravilla. El detective
John Hartigan (Willis)
trata de frenar al infanticida Roark Junior (Stahl)
de violar y matar a su cuarta víctima conocida, una cría de once
años llamada Nancy Callahan (Vega).
Junior es hijo del senador Roark (Powers Boothe),
quien ha sobornado a la policía para encubrir los crímenes de su
retoño. Por su parte, Hartigan padece un fuerte dolor a consecuencia
de una angina de pecho, dirigiéndose al almacén donde Roark Junior
y sus secuaces tienen secuestrada a Nancy.
Tras
un poco de sexo ocasional, Marv (Rourke)
se despierta encontrando a Goldie (King) asesinada
mientras dormía. Su agente de la condicional, Lucille (Gugino),
le advierte de cesar en su misión al creer que puede haberlo
imaginado todo debido a su condición. Luego
ella le cuenta que el asesino es un caníbal llamado Kevin (Wood)
y que Goldie era una prostituta. Marv va a la Ciudad Vieja, la zona
roja donde campan las fulanas de Sin City, para saber más sobre
Goldie, siendo capturado por la hermana gemela de esta, Wendy
(King), la atacante
que él dio por una alucinación. Finalmente es condenado a pena de
muerte en la silla eléctrica, con la chica visitándole en el
corredor de la muerte como agradecimiento por vengar a su hermana.
Shellie
(Murphy) está siendo
acosada por su violento ex novio Jackie Boy (Del Toro)
y sus compinches en su casa. Cuando este amenaza a Becky (Bledel),
una joven prostituta, con su pistola, Miho (Devon Aoki),
una experta en artes marciales, se lo carga a él y a sus amigotes,
los cuales descubrieron que realmente era el detective Jack Rafferty
de la policía de Basin City, considerado un héroe
por la prensa. Dwight McCarthy (Owen),
el novio de Shellie, se lleva los cuerpos a la brea, donde es atacado
por un ex mercenario del IRA contratado por el jefe mafioso
Wallenquist. Mientras, Hartigan se está recuperando en un hospital
cuando el senador Roark le informa que Junior está en coma médico y
que el legado familiar está en grave riesgo.
Nancy
(Alba) se ha dedicado
con los años al estriptis, y tras seguirla, Hartigan finge un
infarto de miocardio que le da la oportunidad de matar a Junior
emasculando a este hasta quitarle la vida de una paliza, pero
entonces el detective se suicida para proteger a la chica.
Después
de su experiencia personal negativa trabajando en Hollywood para
RoboCop 2 y 3,
Miller se mostraba reacio a
dejar vender los derechos cinematográficos de su obra por temor a
resultados similares en ambas películas. Rodriguez le mostró una
prueba de concepto para Sin City
con el prólogo y epílogo que protagonizan Josh Hartnett y Marley
Shelton, despejando toda duda y empezando por llamar a Willis para el
proyecto, rodado de forma similar a Sky Captain y el mundo
del mañana, con cámaras
digitales y sobre croma para luego añadir fondos en posproducción,
como en el epílogo, donde todo está recreado por cinematografía
digital y en blanco y negro.
Igual
que en el cine negro, esta película sigue el mismo tipo de pautas
narrativas y visuales, pero también recuerda a la adaptación de
300 o a un trabajo anterior de
Rodriguez, Spy Kids 2: La isla de los sueños perdidos,
que ya anticipaba lo que sería el futuro de los rodajes de cine.
Además, es tal la fidelidad al original de Miller que salvo pequeños
cambios es como leer las historietas pero con actores. Su banda
sonora la compusieron entre Rodriguez, John Debney y Graeme Revell,
con temas adicionales de The Servant y Silvestre Revueltas. Por si
fuera poco, hay un tercer director invitado que no es otro sino
Quentin Tarantino, quien rodó la parte en la que hay un coche camino
de la brea con Dwight hablando con Jack.
El
sindicato de directores de EEUU no permitió acreditar a los tres y
por eso Rodriguez abandonó luego la organización. Sea como fuere,
Sin City es
visualmente revolucionaria y tremendamente violenta, trayendo el
mundo oscuro de la novela gráfica de Miller al mundo real con mucha
frescura y vida. Una visualización de la imaginación pulp noir,
extrema e inflexible, aunque sobretodo genial, realmente no tendría
que haber un motivo para que después se hubiese seguido adaptando
cómics al cine porque Miller y Rodriguez supieron apretar las teclas
adecuadas, si bien lograron una brutalidad parecida a la de Abu
Ghraib, transformando un mundo de cómic como el de Sin
City alegremente en un cuento
macabro.
Su
ciudad es salvaje y alucinante, llena de elementos habituales de la
ficción más pulp. Podría decirse que es una evolución de ¿Quién
engañó a Roger Rabbit?, un
camino surrealista de Dibullywood a Sin City culminado por el
cineasta de Austin, quien luego volvería con su secuela, Una
dama por la que matar, junto a
Miller y con un guion firmado por William Monahan, basado en la trama
homónima del segundo libro y con historias de Alcohol,
fulanas y balas. Repitieron
Willis, Rourke y Alba, pero no era tan buena como esta, ofrecía más
de lo mismo pero peor. Miller de hecho quiere arreglarlo con una
serie de TV en la que le ayudarán Glen Mazzara y Len Wiseman.
Puntuación:
8
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