El Cascanueces en 3D (2011)

                                  La historia no contada

                                             


El cine en 3D está experimentando actualmente entre el público un cierto declive y es porque los estudios piensan que todo género debe contar con este formato, incluso el musical, como este del que hoy hablamos, que adaptó el conocido ballet El cascanueces, dirigido por Andréi Konchalovski, responsable de títulos como Siberiada, El tren del infierno, Tango y Cash o La Odisea. Con más ambición que inspiración, este filme es quizás el mayor ridículo en la trayectoria de uno de los cineastas soviéticos pioneros en Hollywood y más respetados en su Rusia natal, hoy más centrado en el cine europeo. Producida entre Hungría y Reino Unido, la cinta fue un notorio fracaso de taquilla por no citar la obra original ni a su autor, El cascanueces y el rey de los ratones, de E.T.A. Hoffmann, respectivamente.

Mary (Elle Fanning) aparentemente va a tener una Navidad aburrida hasta que se transforma en entusiasmo y aventura con la llegada de su tío, Albert Einstein (Nathan Lane), quien le regala un Cascanueces. Esa noche, un poco más tarde, Mary sueña que su regalo ha cobrado vida y que la lleva a un viaje maravilloso, donde descubren que un rey rata bastante nazi (John Turturro) ha usurpado el reino del CN. Cuando ambos alcanzan la copa del abeto navideño, se topan con un hada (Julia Vysotskaya) que empieza a cantar. CN mira su mano y ve como comienza a convertirse en humano. Preocupado por esto, corre hasta un trineo dejando su mano humana al descubierto, con Mary contemplando dicho fenómeno.

                                             




La niña frota la mano de CN y este la conserva intacta, por lo que llora de emoción al ver que vuelve a ser humano de nuevo. El hada de las nieves vuelve a cantar y un montón de juguetes aparecen patinando sobre hielo hasta el árbol, con CN llevando a Mary de nuevo a la copa para mostrarle su ciudad y de paso planear cerrar la rueda central de una fábrica, pero de repente CN vuelve a convertirse en muñeco a la vez que el árbol se agita y Mary cae, sólo para despertarse en su cuarto. En el clímax de la película, el Cascanueces parece que ha sido asesinado, pero las lagrimas de Mary y su declaración de amor lo resucitan hasta transformarlo en un príncipe, su verdadera forma.

Las ratas son derrotadas y depuestas, pero Mary no está dispuesta a despertarse de su sueño, aunque antes de abrir los ojos del todo CN le promete que volverán a encontrarse. Tras ello, va al taller de su tío Albert, donde conoce a su nuevo y joven vecino, quien es la viva imagen del príncipe Cascanueces, que pide que le llamen CN. Los dos se hacen muy amigos y en la última escena se les ve patinando sobre hielos juntos.

                                               



Konchalovski llegó a afirmar que esta película era su proyecto soñado como director desde hacía 20 años, cuando llevaba ya un tiempo en EEUU. Se inspiró para adaptar la historia al 3D en el hecho de que este formato sería útil para expresar la naturaleza fantástica de dicho material, captando las emociones de los personajes hechos por ordenador y dirigiéndose a un público familiar. A la vez optó por no adaptar secuencias de ballet porque, según él, la danza no puede funcionar bien en el cine. También le dotó a las ratas cualidades de nazis invasores, uno de los muchos elementos en esta adaptación que enemistaron tanto a los espectadores como a los críticos.

Rodada en Budapest, la música de la película deriva de la que originalmente compuso Chaikovski para su sinfonía y contiene canciones de Tim Rice, compositor de musicales para Andrew Lloyd Webber (Jesucristo Superstar). Pese al esfuerzo invertido, la película registró uno de los mayores déficits en recaudaciones de la actual década, resultando ser un producto equivocado, mal entendido y descabellado a todos los niveles, un imponente ejercicio de increíble inmadurez sobre lo que nunca debe hacerse en el cine. Poner a parir esta clase de películas es un tanto fácil cuando la aversión por lo que se ha visto es arrolladora, más cuando se trata de un estreno tan limitado y que apenas dan por TV.

                                                     




¿ En que noche oscura del alma emergió la miserable idea de hacer esta película? Es una de esas raras cintas navideñas que podrían tener a los niños chillando de pánico en el sofá durante todo el tiempo por culpa de su forzada, complicada, poco profesional y tediosa puesta en escena. Y lo peor es que no muestra nada de ballet como en anteriores versiones de la historia, aunque si tenemos que explicar la presencia de Einstein, desde luego no todo es relativo en su conjunto y para nada creo que en un futuro llegue a estudiarse en las universidades y escuelas de cine, como tampoco la veo convertida en película de culto que programen a medianoche.



Puntuación: 4

                                                  

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