Objetivo: Londres (2016)
Los líderes mundiales se han reunido, igual que sus
enemigos
Suspense en esta película dirigida por Babak Najafi ,
secuela de Objetivo: La Casa Blanca, de Antoine Fuqua, que transcurre tres
años después y que protagonizan Gerard Butler, Aaron Eckhart y Morgan Freeman
repitiendo de la original, con Alon Abutbul, Angela Bassett, Radha Mitchell, Waleed Zuaiter y Charlotte Riley en el reparto. Como ya se ha dicho, es la segunda entrega
de lo que parece que es una de las sagas
de acción del momento, Objetivo…
que ya prepara una tercera entrega para el futuro de nuevo con Butler
como héroe y además productor para esta franquicia de Focus Features y Gramercy
Pictures.
Los servicios de
inteligencia occidentales colaboran para
identificar a uno de los diez fugitivos más buscados por el FBI, el traficante de armas y líder terrorista pakistaní Aamir Barkawi (Abutbul),
la mente maestra detrás de varios ataques a lo largo del mundo, específicamente una devastadora explosión en un hotel
en Manila, autorizándose el uso
de un dron americano que
contraataque el complejo de Barkawi, matando aparentemente a este y a su familia. Dos años más tarde,
tras la muerte del primer ministro británico James Wilson, los líderes
mundiales de los países más
importantes del mundo occidental,
incluyendo al presidente Benjamin Asher
(Eckhart) planean asistir al funeral en Londres.
El agente del servicio
secreto de los Estados Unidos y amigo
cercano de Asher, Mike Banning (Butler)
es asignado por la secretaria del servicio y directora Lynne Jacobs (Bassett)
a supervisar la agenda del presidente allí, pese al hecho
de que la esposa de Banning, Leah (Mitchell) va a dar a luz al hijo de ambos en unas pocas semanas. Tras
llegar a bordo del Air Force One al aeropuerto de Londres- Stansted, Banning adelanta la visita del presidente, dirigiendo al
Marine One para que los lleve hacia el
centro artístico de Somerset House , y
luego en coche hasta la catedral de San Pablo de Londres. Una vez que llegan se producen varios atentados coordinados por el hijo de
Barkawi y subcomandante de su tropa, Kamran (Zuaiter), eliminando a los
jefes de estado de los gobiernos de
Canadá, Alemania, Japón, Francia
e Italia a manos de terroristas leales
disfrazados de policías metropolitanos y de guardias de la reina.
Los ataques también
causan importantes daños en varios
lugares emblemáticos de Londres como respuesta a la muerte de Barkawi. En San
Pablo, Banning ayuda a Asher y a
Jacobs a esconderse cuando los terroristas disfrazados van a por ellos, logrando volver a Somerset
House . El Marine One despega con dos
escoltas, pero los terroristas se
deshacen de estos con unos FIM-92 Stinger antes de destrozar también el helicóptero presidencial,
obligándole a aterrizar forzosamente en un parque. Asher y Banning
están bien, pero Jacobs ha resultado gravemente herida y le hace prometer al protagonista que dará con los perpetradores antes de que finalmente esta muera.
Banning conduce a Asher
hasta el metro de Londres cuando la
mayoría de la ciudad se ha quedado sin electricidad y todos sus habitantes buscan refugio. El
vicepresidente de EEUU Allan Trumbull (Freeman) y los miembros del gabinete
presidencial colaboran con las
autoridades británicas para determinar
que ha pasado, cuando Trumbull contacta
con Barkawi, quien ha estado operando desde
Yemen, admitiendo que él ha sido
el autor de los atentados, amenazando con matar a más millones de
inocentes si no le entregan a Asher. Descubren que Wilson
fue envenenado letalmente para atraer
a los líderes hasta Londres, con la sospecha de que Barkawi
ha planeado este complot durante años.
Trumbull ordena al equipo que revise a todos los asociados conocidos de Barkawi,
esperando encontrar una pista
definitiva. También apoya al inspector
jefe Kevin Hazard (Colin
Salmon) de Scotland Yard en su decisión de acabar con
los principales secuaces, creyendo que cualquiera que permanezca es un
terrorista. Mientras, Banning desmantela
un grupo de esos terroristas que le
había seguido hasta el metro,
contactando con Kamran, quien le promete
que si captura al presidente
retransmitirá su ejecución por
internet. Banning conduce a Asher hasta un piso franco cercano perteneciente
al MI6, parando en una calle donde puede
mandar un mensaje lo suficientemente extenso a Trumbull
vía satélite.
Banning y Asher se reúnen con la agente del
servicio de inteligencia secreto Jacqueline Jax Marshall (Riley), quien les resume la situación
hasta el momento. Al descubrir la involucración de Barkawi, Asher explica que
este sobrevivió al ataque aéreo, con su hija
y su yerno entre las víctimas. Jax reproduce un mensaje que recibió de Trumbull acerca de su extradición, con Banning
verificando su autenticidad. Sin embargo, cuando las cámaras exteriores de la casa franca captan a un
equipo Delta Force aproximándose,
Banning se percata que han llegado demasiado pronto y que van a rodear la parte trasera del lugar
tras comprobar que la puerta
principal está cerrada, creyendo que son terroristas.
Banning ha evacuado a
Jax mientras distrae a los terroristas lo suficiente para llevarse de allí a Asher, pero son
atacados por un camión al momento que
los malos secuestran al presidente para llevárselo a un lugar desconocido.
Mientras interroga a un terrorista, Banning es salvado por un escuadrón combinado de Delta Force y
del servicio aéreo especial que
ha estado buscando al presidente para sacarlo de allí. El personal de Trumbull descubre un edificio en Londres que pertenece
a una de las compañías de Barkawi, a lo que la inteligencia británica
responde que está en construcción pero
que ha acumulado una inesperada cantidad
de energía, por lo que creen que ahí se
encuentra el cuartel general de Barkawi.
Banning se une al
escuadrón mientras se disponen a
asaltar el edificio custodiado por los terroristas, infiltrándose al mismo tiempo que Kamran comienza a agredir al presidente. Justo antes
de las 8 de la tarde, Banning llega a la
habitación donde está Kamran, hiriéndole
y rescatando a Asher antes de ordenar al comando que vuele el edificio mientras busca refugio para él y su jefe
en un ascensor. La explosión
acaba con Kamran y el resto de
terroristas y Asher y Banning son
escoltados a salvo para salir.
Trumbull contacta con Barkawi y le
informa que han rescatado al presidente,
por lo que le advierte que lo mejor es que huya, pero solo tiene unos pocos
momentos antes de ser asesinado en un ataque por dron, pese a jurar que su guerra personal continuará.
Mientras, Jax descubre que Barkawi ha sido ayudado por el jefe de inteligencia del MI5, John Lancaster (Patrick Kennedy), viéndose obligada a matarlo cuando este trata de hacer lo propio antes
de que pueda contarlo. Dos semanas después del ataque a Londres, Banning está en su
casa pasando el tiempo con Leah y con su bebé recién nacida, llamada Lynne en honor a su
difunta jefa. Se sienta frente a su portátil y piensa
mandar una carta de renuncia,
pero en la TV Trumbull habla acerca de
los acontecimientos recientes, dejando un mensaje inspirador en el que afirma que los Estados Unidos
prevalecerán, convenciendo a Banning de
no escribir esa carta.
Fuqua no pudo
regresar debido a sus compromisos con su nuevo trabajo, The
Equalizer, la cinta de acción protagonizada y producida por Denzel Washington sobre un peculiar protector
de inocentes. Focus se hizo con los derechos de distribución de esta
continuación de la original para estrenarla a través de su sello filial de
Universal, Gramercy, y con Fredrik Bond (Charlie
Countryman) como reemplazo inicialmente previsto hasta su renuncia, por lo
que se recurrió a Najafi, un cineasta sueco
de origen iraní que ha dirigido
entre otras cosas dos episodios de la serie de televisión Banshee. Su estreno se tuvo
que retrasar para no coincidir con el décimo aniversario de los atentados del 7 de julio en Londres ni tampoco con el entonces reciente atentado de Susa perpetrado por el Estado Islámico.
Objetivo: Londres básicamente atrapa a su talentoso reparto y a
todo aquel que se atreva a verla en
una pesadilla de telefilme de canal
televisivo por cable de mediados de los
90 recargado de xenofobia y estereotipos de acción y suspense demasiado gastados y rebuscados a estas alturas, ideal para
desconectar mentalmente mientras ves una persecución tras otra y las
incontables muertes de los extras, los más estúpidos que haya visto nunca en
este género, con unos efectos especiales de risa y un montaje editado por un primate ebrio.
Como veréis no tiene ninguna virtud esta secuela inoportuna tras la dura
realidad que nos ha azotado con los atentados de París de noviembre del año
pasado o los ya mencionados del 7-7-05 londinenses.
Puntuación: 5,5
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