Rápida y mortal (1995).
En
este pueblo o eres lo uno o lo otro.
El
wéstern siempre tiene algo especial,es un género cinematográfico
inmortal y que se ha renovado desde sus ya lejanos inicios. Este de
Sam Raimi supuso su primer alejamiento del terror macabro e intenso
que nos brindó con la trilogía de Evil Dead o con Darkman
y se centra en la historia de La Señora (Sharon Stone),una
pistolera que cabalga hacia el pueblo de Redención,en el viejo
oeste,el cual está controlado por el antiguo reverendo y ahora
pistolero John Herod (Gene Hackman). La Señora se une a un
duelo a muerte,una competición peligrosa en la que tratará de
buscar venganza por el fallecimiento de su padre.
El
guion original de Simon Moore (El silencio de la sospecha,Los
viajes de Gulliver,Traffic) y de un por entonces novato Joss
Whedon(años antes de Los Vengadores) fue adquirido por Sony
en 1993 y Stone,una actriz muy solicitada en aquel tiempo,acordó
encabezar el reparto y producir junto a Allen Shapiro (Soldado
universal,De ladrón a policía). El desarrollo de la cinta se
vio apurado después de que Raimi fuese contratado una vez que
estrenó El ejército de las tinieblas, y diese comienzo a la
fotografía principal en los Old Tucson Studios de Arizona,después
de haber descartado rodar en Durango. TriStar y Columbia se
asociaron para dar forma a la película durante dos años para
terminar haciendo un pésimo desempeño en taquilla y dar con un
recibimiento indiferente por parte del público y de la crítica
especializada.
Este
fue el debut de Russell Crowe en una película estadounidense y la
última aparición en pantalla de Woody Strode,a quien se dedicó en
su memoria,y también la retirada definitiva de otro desaparecido
actor,Roberts Blossom. El título original,que vendría a significar
algo así como los vivos y los muertos,es una frase que
aparece en el libro de oración común y es una versión del credo
de los apóstoles,describiendo el juicio final. Cualquier parecido
entre el argumento de este filme y uno estrenado en 1987, Frente a
frente con la muerte,es pura coincidencia al estar aquel basado
en una novela del Oeste de Louis L´Amour.
Lo que
aquí nos encontramos no es sino una variante indie del spaghetti
wéstern clásico de Sergio Leone,casi un homenaje a la trilogía
del dólar que protagonizase Clint Eastwood. El nombre del personaje
de Hackman alude al histórico Herodes I el Grande y por lo visto
fue una de las aportaciones del guionista que sustituyó a Moore,
John Sayles (Piraña,Ocho hombres,Lone Star,Las crónicas de
Spiderwick) y que fue quien realmente le dio un genuino sabor a
viejo Oeste con un guion más técnico. Una de las razones por las
que Crowe dio el salto a Hollywood fue por su interpretación en
Romper Stomper,donde el australiano daba vida a un neo nazi.
El
papel del chico estaba pensando en inicio para Sam Rockwell,pero se
lo acabo llevando un imberbe rubio llamado Leonardo DiCaprio,quien
aprendió a disparar con un Colt de níquel de la mano del experto
en armas Thell Reed,asesor en la materia que ha colaborado en L.A.
Confidential, Sr. y Sra. Smith, El tren de las 3:10 y en Django
desencadenado. El diseño del pueblo de Redención correspondió
al equipo responsable de producciones como Amadeus o Los
intocables de Eliot Ness y la música a Alan Silvestri (Forrest
Gump.
Como
ya se ha apuntó antes, Rápida y mortal se la pegó en la
taquilla americana y por estos lares tuvo una acogida más bien
modesta,achacada en parte por la competencia que tuvo de otros
títulos como Billy Madison, La tribu de los Brady, Causa
justa y Pesos pesados,en su mayoría comedias salvo la
tercera,que sin ser ninguna nada del otro mundo atrajeron más
público que la nueva película de Raimi, condicionado por su
abandono del terror y por ser visualmente menos espectacular que sus
dos anteriores cintas. Los espectadores no asumieron tal cambio de
registro y lo más salvable de todo fue la actuación de Stone,lo más
comentado de ese año junto a la de Angela Bassett en Días
extraños.
Sin
tratarse de una adaptación de la típica novela histórica,
Rápida y mortal tiene cosas positivas y otras menos
destacadas,como la presentación de los exteriores a cargo del
director fotográfico Dante Spinotti (El último mohicano),
que es genial porque ves esos cielos encapotados sobre el pueblo
solitario y te inspira para una venganza de proporciones bíblicas a
punto de caramelo,con sus toques satíricos como cuando un hombre se
planta frente a la puerta de la taberna y su sombra parece medir como
unos tres kilómetros de largo. Son esos detalles que te recuerdan
que al frente está un cineasta de culto dirigiendo a una estrella de
primer nivel pero reinventando un tipo de película considerada de
serie B.
Rapida y mortal
por supuesto no evita caer en los clichés del género,presentes en
su puesta en escena,una apropiación entusiasta de las aventuras del
hombre sin nombre de los filmes del dúo Leone-Eastwood,pero para
nada Stone es la versión femenina de Charles Bronson,que era más
convincente en este tipo de papeles. Es ante todo una loca
combinación de los mejores momentos de otros wésterns (americanos
e italianos) que empieza fuerte
pero que se desinfla por el poco corazón que le puso Raimi, logrando
un trabajo aturdido y sin brillo,que sólo le hubiera faltado que a
uno de sus vaqueros le hubiera dado por dispararse en un pie. Fue
hace veinte años,en una época más memorable para otros periodos
históricos en animación (Pocahontas)
o más cercanos a la épica (Braveheart).
Puntuación: 6,1
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