Redada asesina (2012)


1 despiadado señor del crimen, 20 policías de élite, 30 pisos infernales

                                      
El cine indonesio tiene tradición de ser un reflejo de su cultura como no lo es en ningún otro lugar del mundo, por lo que en cuanto a acción se refiere no requiere que sea alguien nativo quien lo demuestre. El galés Gareth Evans hizo él mismo este filme que protagoniza Iko Uwais, quien venía de trabajar antes con este en otra cinta parecida, Meranatau, de hace una década. En la película, un equipo de élite tiene la tarea de infiltrarse en un edificio de muchos pisos, dirigido por un implacable narcotraficante y situado en los barrios pobres de Yakarta; entre ellos está Rama (Uwais), un integrante novato del equipo. Tras su estreno en el festival de Toronto, en la alocada sesión de medianoche, empezó a dejar huella y arrasó.

Quien la ha visto sabe que está ante la mejor cinta de acción en años, es la hostia de buena y posiblemente, sin dudarlo, la razón de porque las artes marciales vuelven a estar de moda. Buen ojo tuvo ahí Sony de hacerse con un género clásico del séptimo arte y de encargar la música a Mike Shinoda y Joseph Trapanese. Su secuela, The Raid 2, presenta como esta el estilo de lucha de Pencak Silat, con combates escénicos tradicionales parecidos al judo. Se consideró hacer una tercera parte con Uwais, pero Evans decidió no continuar con el proyecto y pasarse al género de terror, firmando un segmento de VHS 2 y la sorprendente El apóstol. Atentos también a los efectos visuales, muy logrados para ser cine independiente.

                                                
Rama suele rezar como todo musulmán, para luego despedirse de su padre y también de su esposa, embarazada esperando un hijo. Promete enigmáticamente al anciano que le traerá de vuelta a casa, porque Rama se une a una brigada policial de élite de 20 hombres muy armada y que incluye a los agentes Bowo, Dagu, el sargento Jaka y el teniente Wahyu, para una redada en un bloque de apartamentos en los suburbios de Yakarta. El equipo intenta eliminar al señor del crimen Tama Riyadi, quien junto a su dos lugartenientes, Andi y Perro Loco, tiene por todo el bloque a criminales y yonquis de toda la ciudad alquilando habitaciones bajo su protección. Llegando sin ser detectados, el equipo barre los primeros pisos.

A la vez someten a varios inquilinos criminales y detienen temporalmente a un vecino inocente y obediente de las leyes que llevaba medicinas para su esposa enferma en el apartamento 726. Continuando hasta el sexto piso, el equipo es avistado por un joven vigilante, quien le pasa el mensaje a otro como él justo antes de ser abatido por el teniente Wahyu, por lo que el segundo vigilante activa la alarma. Tama pide refuerzos y el equipo es brutalmente atacado, con los matones disparando a dos agentes que guardan el perímetro, eliminando a dos más en la furgoneta y emboscando a otros agentes que patrullan los cinco primeros pisos. Apagando las luces, Tama avisa por megafonía que la policía está atrapada en la sexta planta.

                                                    
En el hueco de la escalera se oye como este dará residencia gratis y permanente a aquellos que maten a los intrusos. En la oscuridad, los integrantes que quedan del equipo son emboscados por tiradores que están encima suya y que prácticamente casi los liquidan. Antes del tiroteo, el teniente Wahyu confiesa a Jaka que fingió la misión para poder eliminar a Tama, aliado con agentes corruptos de la policía, incluido él mismo. La misión no ha sido oficialmente autorizada por el mando policial, nadie sabe en el cuartel general su localización y no se esperan refuerzos. Los únicos agentes que quedan son Rama, Bowo, Jaka, Wahyu y Dagu, quienes se retiran a un apartamento vacío al ser arrinconados por más tíos armados.

Para crear una vía de escape, Rama usa un hacha para abrir un agujero en el suelo de madera y que el equipo pueda descender hasta la parte baja. Dejándose caer hasta el cuarto de abajo, el equipo lucha para esquivar la horda de matones de Tama, con el agente Bowo herido gravemente durante el proceso. En un último intento por defender a su equipo, Rama usa un fogón de propano para construir un artefacto explosivo improvisado que elimina con éxito a los secuaces invasores, dando a los agentes una pequeña oportunidad. Sin munición y con más refuerzos de Tama aproximándose, el equipo se divide en dos grupos: Jaka, Dagu y el teniente Wahyu se van al quinto piso, mientras que Rama y Bowo suben de nuevo.

                                                  
Bowo está malherido cuando buscan al inquilino respetuoso con las leyes con el que se toparon antes. Peleando contra un puñado de matones de camino al apartamento 726, Rama suplica a este que le ayude, pero pese a las protestas de su esposa enferma, Gofar oculta de malas ganas a los agentes en su domicilio, al que llegan cinco rufianes con machetes que saquean la casa del hombre. El líder, viendo que hay una pared renovada, comienza a apuñalarla, casi acertando en Rama, con quien no dan. Tras curar del herido Bowo, Rama le deja con la pareja para buscar al grupo de Jaka. Cruzándose en el camino de la banda del machete, corre hasta el piso octavo en donde es arrinconado, pero derrota a la pandilla y al líder.

A este lo utiliza para atravesar una ventana y amortiguar la caída de tres pisos hasta una salida de incendios inferior. Agotado, se abre camino al sexto piso antes de ser alcanzado por Andi, quien acaba de asesinar a dos de los hombres de Tama en el ascensor. Andi se descubre como su hermano perdido, a quien Rama alistó para la misión de búsqueda a petición de su padre. Este no quiere irse del edificio sin sus camaradas, y el otro no quiere abandonar su propicia vida criminal, solo porque ves que lo que hago está mal no significa que no pueda ser bueno en ello. Rama se va a buscar a sus compañeros supervivientes. Perro Loco descubre a Jaka y su grupo ocultos en el cuarto piso.

                                                    
Mientras el teniente Wahyu corre, Jaka da instrucciones a Dagu para protegerlo, quedándose a tiro de Perro Loco, pero en vez de dispararlo le desafía a una pelea cuerpo a cuerpo que acaba ganando y donde se dispone a romperle el cuello al policía, matándolo. Se reúne con Andi para informar a Tama en el cuarto de vigilancia. Su jefe, sabiendo que uno de ellos le ha traicionado, lo inhabilita y lo entrega a su perro fiel para torturarlo y ejecutarlo. Rama se reúne con Dagu y el teniente Wahyu en el apartamento 403, yendo hacia arriba y peleando por todo el laboratorio de narcóticos, dirigiéndose hacia Tama en el piso 15. Por el camino, Rama descubre el cuarto donde Perro Loco está torturando a Andi, separándose.

Dagu y Wahyu siguen sin él y Perro Loco deja que libere a Andi, enfrentándose con este y con Rama. Al principio parte con ventaja, pero los hermanos demuestran ser problemáticos cuando se juntan. Tras un intenso y agotador combate, Rama mata a Perro Loco con ayuda de Andi. La batalla está ganada pero la guerra continúa, mientras que el teniente Wahyu y Dagu se enfrentan a Tama tras cargarse a los secuaces restantes. Sin embargo, el primero termina traicionando al segundo disparándolo en la cara antes de tomar al mafioso como rehén, intentando usarlo como escudo para escapar. Cuando el dúo se encuentra con Rama y Andi mientras bajan, Tama se burla de Wahyu revelando que les esperaba.

                                                    
Mucho antes de la redada, todo comenzó como un montaje de Wahyu por orden de sus superiores corruptos, diciéndole que será asesinado aunque huya. Desesperado, el teniente mata a Tama e intenta suicidarse, sólo para ver que no tiene munición. Andi usa su influencia para dejar que Rama se vaya con el herido Bowo y el detenido Wahyu, a lo que Gofar, que protegió al lisiado, observa sonriente desde una ventana con alivio. Andi también entrega grabaciones de emergencia chantajeadas que Tama hizo a los agentes corruptos con los que trató, pidiendo que contacte con el agente Bunawar (que saldrá en la secuela). Rama implora a Andi que vuelva a casa, pero se niega al haberse hecho a la vida criminal.

Andi afirma que puede proteger a Rama en su papel como jefe mafioso, pero que este no puede hacer lo mismo por él. Cuando se vuelven y regresan al bloque de apartamentos, el trío sale camino a un futuro incierto al no saber si volverán a toparse con más gánsteres.

                                                  
Desde los valles de Gales hasta las colinas de Hollywood, este pipiolo que es Evans ha tenido un ascenso meteórico a la fama gracias a esta película, un relato menos dramático que su primer trabajo y más cercano al terror de supervivencia. Para ello se rodó en alta definición como formato cinematográfico y las armas empleadas son en realidad las usadas en el airsoft. Parte del rodaje se llevó a cabo en Bangkok para finalizar el proceso de montaje, mientras que Shinoda, de Linkin Park, y Trapanese, se encargaron de la banda sonora, si bien antes ya pusieron la música a las escenas de lucha Fajar Yuskemal y Aria Prayogi, colaboradores de Evans en Merantau, unos increíbles y talentosos músicos indonesios.

Pese a que hizo una composición instrumental, Shinoda metió un par de canciones donde él no canta, sino que lo hace Chino Moreno de Deftones. Simple y llanamente, Redada asesina es una película de acción ingeniosa sabiamente medida y montada para su máximo entretenimiento, la autopista al infierno de Hollywood. Con la probabilidad de que no habrá tercera parte, si que se habla de una adaptación estadounidense por parte de la filial de Sony, Screen Gems, quienes se fijaron en el director de Los mercenarios 3 y en los hermanos Chris y Liam Hemsworth , pero todo apunta a que Frank Grillo será el protagonista. En la serie Kingdom tenía un papel parecido al de Uwais , aparte de haber sido Calavera en el MCU.

                                                       
También se comentó que al mismo papel aspiraba Taylor Kitsch, en una versión que sería del estilo de Black Hawk derribado o La noche más oscura. Patrick Hughes abandonó el proyecto junto a SG y sería Joe Carnahan quien dirigiría a Grillo en esta adaptación. Se publicó una novela gráfica de la película en Indonesia con estilo anime derivada del filme y supervisada por Evans.

Puntuación: 7,5


                                         


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