Imparable (2010)

                                                                          


 Cine de catástrofes y suspense dirigido y producido por Tony Scott , escrita por Mark Bomback, y protagonizada por Denzel Washington y Chris Pine. Basado en hechos reales, concretamente en el incidente CSX 8888, contando la historia de un transporte de mercancías por ferrocarril fuera de control y de dos hombres que intentan detenerlo. Fue la última película que Scott dirigió  antes de su muerte en 2012 para Fox, estudio en el cual trabajó durante sus años finales. Fue nominada al Óscar a mejor sonido en la edición 83º, así como en los premios de la crítica cinematográfica, pero en ambos casos perdió ante Origen. 

Aquí Denzel lucha contra un tren desenfrenado y salva la situación con la habitual muestra de masculinidad estadounidense que le caracteriza. Tuvo una producción costosa y se ve bien reflejada en pantalla. Debo añadir que me recordó a películas con trenes similares como Testigo accidental , El tren del infierno, Pánico en el Tokio Express o El expreso de Chicago. 

Una fallida operación de conmutación por parte de los mozos de vía Dewey y Gilleece en un patio de maniobras del ferrocarril de Allegheny y Virginia Occidental  en el norte de Pensilvania da como resultado que un tren de carga  desenfrenado tirado por la locomotora Triple 7 se dirija al sur pisando a fondo. Creyendo que va en punto muerto, la jefa de patio Connie Hooper ordena a Dewey y Gilleece que sigan al tren y envía al soldador jefe Ned Oldham para que se adelante con su camioneta para que apague la línea principal. Ned llega al interruptor después de que el tren haya pasado, y el equipo se da cuenta de que el tren va a máxima potencia. Los intentos por parte de Dewey y Gilleece de subirse al tren fracasan, llevando a Connie a avisar a Oscar Galvin, el vicepresidente de operaciones, y coordinarse con la policía estatal para bloquear los cruces de carreteras.

                                                                      


El inspector de la Administración Federal Ferroviaria, Scott Werner, que está visitando el patio de Fuller para una campaña de seguridad ferroviaria, advierte de que ocho de los 39 vagones  contienen fenol fundido, un compuesto químico altamente tóxico e inflamable, que plantea riesgos catastróficos si el tren descarrila en una zona poblada. Pese a la sugerencia de Connie  de descarrilar deliberadamente el tren en una tierra de cultivo despoblada, Galvin y el presidente del ferrocarril rechazan la idea, priorizando las medidas de reducción de costes. En su lugar, el ingeniero veterano Judd Stewart es enviado a desacelerar el Triple 7  con otra locomotora para dejar que el empleado del ferrocarril y veterano marine Ryan Scott suba desde un helicóptero. El plan fracasa: Ryan resulta herido y la locomotora de Stewart descarrila y explota, matándolo. Con el Triple 7 aproximándose a una curva peligrosa sobre la muy poblada localidad de Stanton, Galvin aprueba a regañadientes un descarrilamiento controlado cerca de la pequeña población de Arklow.

Mientras, el veterano maquinista Frank Barnes y el novato revisor Will Colson están trasladando vagones de carga con la locomotora 1206 hacia el norte en la misma vía que el Triple 7.  A Frank, un ferroviario  veterano  y experto que encara su obligada jubilación, y Will, quien está preocupado por una orden de alejamiento de su esposa Darcy, se les ordena salir hacia un margen donde hay una vía muerta justo antes de que el tren desbocado corra, haciéndolo trizas  hasta su último vagón caja. Frank ve que hay un acople abierto  en el vagón trasero del Triple 7  y propone engancharlo al 1206, usando sus frenos para desacelerarlo  antes de que alcance la curva de Stanton. Frank predice que los descarriladores portátiles montados en Arklow fallarán debido al peso y velocidad del Triple 7.

Galvin descarta el plan, amenazando con despedir a Frank, Will y Connie cuando esta los apoya. Ignorándole, Frank y Will proceden con su búsqueda. Como se predijo, los descarriladores fallan, y el Triple 7 pasa a través de estos a toda velocidad sin trabas. Connie y Werner, percatándose de que el plan de Frank es ahora su única opción, anulan a Galvin  y coordinan el apoyo. 

Frank y Will alcanzan al Triple 7 y el joven sale de la cabina del 1206  para completar el enganche. Cuando el pasador de bloqueo  no se mete, Will lo pone en su lugar de una patada, pero su pie queda aplastado  en el proceso. Pese a la herida, Will cojea hacia atrás hasta la cabina  y toma el control de los frenos dinámicos  mientras Frank sube sobre los vagones de carga para engranar manualmente los frenos de mano, vagón por vagón. Sus esfuerzos  inicialmente ralentizan el Triple 7, pero finalmente, los frenos del 1206 se queman y el desmedido comienza a acelerar de nuevo. 

Usando el freno neumático independiente, Will y Frank coordinan cuidadosamente su sincronización de freno por radio, reduciendo velocidad suficiente para dirigirse de forma segura por el puente elevado de la curva de Stanton. Sin embargo, Frank queda bloqueado cuando va a alcanzar la locomotora del Triple 7  por un vagón de plataforma de mamparo sin pasarela peatonal. En este momento crítico, Ned llega en su furgoneta, avanzando a toda velocidad junto a las vías con la policía escoltándole. Will salta a la batea de la  furgoneta , y Ned se adelanta al tren. El muchacho  salta al motor del Triple 7, logra controlarlo , y finalmente  consigue que el tren fuera de control pare. 

Como consecuencia, Will se reúne con su esposa Darcy  y el hijo de ambos, enterándose de que ella está embarazada de su segundo bebé. Connie llega para felicitar a Frank y Will , ambos aclamados como héroes por evitar un desastre catastrófico. Frank es ascendido y luego se jubila con plenos beneficios. Will se recupera de sus heridas y continúa trabajando en la compañía. Connie asciende al antiguo puesto de Galvin como vicepresidenta de operaciones, mientras se insinúa que Galvin  fue despedido por su mal manejo de la crisis ferroviaria. Ryan se recupera completamente de sus heridas, mientras Dewey  es despedido y encuentra trabajo en la industria de la comida rápida. 

                                                                                 


Como película de acción de gran presupuesto, Washington está a la altura de lo que se espera de él en este género. El guion de Bomback está repleto de momentos tensos y buena parte de la trama sucede a bordo de los trenes. El estudio, Fox, puso todos los medios a su alcance para asegurarse tener entre manos un título que convenciese a crítica y público y que, por supuesto, les diese réditos en taquilla. Eso sí, para encajar el presupuesto tuvieron que cambiar de director y prescindir de Martin Campbell, el previsto tras la cámara antes que Scott, quien era un experto en suspense constante en pantalla y que ya había dirigido varias veces a Washington en el pasado. El salario del estudio, una vez estabilizado, hizo su trabajo para reclutar el talento. 

Pese a transcurrir en Pensilvania, parte de la película se rodó en Ohio, si bien las escenas clave se filmaron en el estado de ambientación, en Pittsburgh. Washington además ya venía de rodar con Scott una de trenes, Asalto a Pelham 123, en lo que fue una tendencia de Hollywood por mostrar los riesgos del transporte ferroviario con grandes presupuestos (aunque Pelham transcurría en el metro neoyorquino). Hubo incluso un descarrilamiento real cerca que no formó parte del rodaje ni la trama que hizo parar la película año y medio. 

Hablando del hecho real que inspiró la película ferroviaria en cuestión, aquí se ven trenes auténticos parecidos y que no son decorados ni maquetas. El verdadero tren fugitivo fue culpa de un error humano y un trabajador ferroviario tuvo que saltar y pararlo. Ese hombre vivió todo un drama que aquí se recrea. El error del maquinista también se comenta. El desastre se evitó  durante horas de auténtico pánico,  a lo largo de 66 kilómetros de puro terror. Hollywood amplia ese calibre verdadero  en la película. 

Igual de rápido , fuerte e implacable  que el tren que centra todas las miradas de la historia, Imparable  es un entretenimiento perfecto para ver con palomitas, posiblemente la  mejor película de su director, Scott, en años. Aunque pueda parecer un trabajo derivativo dentro de este negocio del espectáculo cinematográfico, es uno realmente bien hecho. Eso sí, que nadie crea que esto lo puede hacer cualquiera, que nadie trate de para un tren alocado lanzado directamente al desastre, pero entonces nadie iría a ver películas como esta. Imagina que en vez de a uno de los Scott tenemos a Tarantino o a Nolan al frente, el resultado sería otro. Además, sabiendo que luego Tony murió, se ve con otros ojos su último filme. 

                                             


Desde el punto de vista de alguien de la industria ferroviaria le debe parecer que la forma de parar un accidente de tren es un completo desastre, que un recorrido a tal velocidad no se puede evitar con tal argumento. Lo dicho, el gremio del ferrocarril fliparía, la calificaría de infantil o rechinante. Pero repito, esto es una película de acción, todo está dramatizado. 

Puntuación: 6,5

                                              




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