Ant-Man y la Avispa (2018)
Película de superhéroes basada en la franquicia de
Marvel Comics con los personajes de Ant-Man (Scott Lang) y Hope Pym/Avispa,
producida por Marvel Studios y distribuida por Disney, secuela de Ant-Man y vigésima cinta del UCM,
dirigida por Peyton Reed y escrita por Chris McKenna y Paul Rudd, con este
último como Lang y Evangeline Lilly como Hope van Dyne, junto a Michael Peña,
Walton Goggins, Bobby Cannavale, Judy Greer, T.I., David Dastmalchian, Hannah
John-Kamen, Abby Ryder Fortson, Randall Park, Michelle Pfeiffer, Laurence
Fishburne y Michael Douglas. En esta entrega, la pareja titular trabaja con
Hank Pym (Douglas) para rescatar a la Avispa original del Reino Cuántico.
Rodada en el condado de Fayette (Georgia), el área
metropolitana de Atlanta, San Francisco (California) y Savannah , me centro en esta continuación ante la
inminencia de la siguiente parte, Quantumanía,
que llegará el año que viene. Será además la conclusión del arco del
personaje y el fin del ciclo cinematográfico del mismo para su director, que
entró de rebote en la producción de la primera y por tanto esta la desarrolló
desde el principio del proceso. Aquí se presenta a Hope van Dyne como la Avispa
y tanto ella como Lang están en igualdad de capacidades, lo cual se nota porque
tanto Rudd como Lilly congenian, se
aprecia el humor más que en la anterior y
sobre todo, tiene más ligereza como producto de la casa.
Dos años después de que Scott Lang fuera puesto en
arresto domiciliario debido a su participación con los Vengadores, en
quebrantamiento de los Actos de Registro (Capitán América: Civil War), Hank Pym
y su hija Hope van Dyne logran por poco
tiempo abrir un túnel hasta el Reino Cuántico. Creen que la esposa de Pym, la
Avispa, podría estar atrapada allí tras encoger hasta niveles subatómicos en
1987. Cuando anteriormente este visitó el lugar, Lang quedó inconscientemente
en entrelazamiento cuántico con Janet, y por eso ahora ha recibido un supuesto
mensaje de ella.
Con sólo unos pocos días pasados de su arresto domiciliario,
Lang contacta con Pym por lo de Janet, pese a la maltrecha relación que tienen
por sus acciones con los Vengadores. Hope y Pym secuestran a Lang, dejando una
enorme hormiga con el monitor de
tobillo del protagonista activado como trampa para no levantar sospechas del
agente del FBI Jimmy Woo. Creyendo que el mensaje de Janet es la confirmación
de que está viva, el trío trabaja para construir un túnel cuántico estable para
llevar un vehículo al reino y rescatarla. Planean comprar una
parte requerida para el túnel de manos del comerciante del mercado negro Sonny
Burch, pero este se percata del potencial beneficio que puede sacarse de la
investigación de Pym y por tanto los traiciona. Poniéndose el traje de Avispa,
Hope lucha contra Burch y sus hombres
hasta ser atacada por una enmascarada cuánticamente inestable. Lang trata de
ayudar peleando contra esta Fantasma, pero la mujer huye con el laboratorio de
Pym, que ha sido reducido al tamaño de una maleta.
Pym lleva de mala gana a Hope y Lang a visitar a su
antiguo socio del que se ha
distanciado, Bill Foster, quien les provee una forma de localizar el
laboratorio. Tras dar con este, la fantasma captura al trío y les revela que es
Ava Starr. Su padre, Cabeza de huevo, fue otro de los antiguos socios de Pym
que murió junto a su esposa durante un
experimento que provocó su estado
inestable. Foster entra y revela que Ava está muriendo con un dolor constante como resultado de su condición, por lo que
planean curarla usando la energía cuántica de Janet. Creyendo que esto matará a
la mujer, Pym rechaza ayudarlos y huye
con Hope, Lang y el laboratorio.
Abriendo una versión estable del túnel, Pym, Hope y
Lang son capaces de contactar con Janet, que les da una localización precisa
para dar con ella, pero advierte que
sólo tienen dos horas antes de que la
naturaleza inestable del reino los
separe por un siglo. Usando un suero de
la verdad, Burch se entera del paradero
del trío de boca de los colegas del curro de Lang, Luis, Dave y Kurt, e informa
a un contacto del FBI. Luis advierte a Lang, quien corre a casa antes de que
Woo pueda ver que está quebrantando su arresto domiciliario. Pym y Hope son
arrestados por el FBI, permitiendo a Ava que
se lleve el laboratorio.
Lang pronto puede ayudar a Pym y Hope a huir de su
detención, hallando el laboratorio. El dúo protagonista distrae a Ava mientras Pym entra en el reino
cuántico para rescatar a Janet, a quien halla viva. Mientras, Lang y Hope se
enfrentan a Burch y sus hombres, y tras una persecución muy larga, Ava recupera
el control del laboratorio, permitiéndole
comenzar a tomar la energía de Janet a la fuerza. Luis, Dave y Kurt
incapacitan a Burch y sus hombres para
que Lang y Hope puedan detener a Ava. Pym y Janet regresan a salvo
del reino cuántico y ella le da voluntariamente algo de su energía a Ava
para estabilizarla temporalmente.
Lang regresa a casa otra vez, a tiempo para que un muy
receloso Woo vaya a soltarlo al
finalizar su arresto domiciliario. Ava y Foster
acaban ocultándose. En la escena
poscréditos, Pym, Lang, Hope y Janet planean cosechar energía cuántica para
ayudar a Ava a que se estabilice.
Mientras el protagonista está en el
reino cuántico con ello, los otros tres se convierten en polvo (debido al Chasquido
que comenzó al final de Vengadores
Infinity War).
Esta secuela es de lo más rara que se ha visto en el
MCU, estableciendo la dirección que toma la Avispa dentro de la saga, según el
desafío autoimpuesto por la actriz para hacerse notar en la trama y reflejar el
cambio que ha habido en el personaje desde su juventud. Todo ello influye tanto
en la búsqueda de Janet van Dyne como en la reinvención para la pantalla de la
nueva antagonista, Fantasma. Los secundarios siguen en su línea, incluyendo al
fichaje procedente de la serie Recién
llegados y por supuesto a Pfeiffer, a la que lograron convencer para unirse
a la franquicia. Todo como siempre planeado al detalle por Kevin Feige, conectando
así esta película con la tercera parte de los Vengadores.
Los insectos necesitan sus esposas y en medio de las
aventuras de estos aparece Fishburne, quien dejó DC para unirse a Marvel en
esta secuela muy inspirada en “Huida a Medianoche” y con cameo del añorado Stan
Lee. El director, Reed, ha hecho de la
Avispa una heroína posiblemente más impresionante que otras de la misma casa,
incluida la original. Con su labor hasta ahora podría firmar sin problemas una
precuela sobre la juventud de Pym, lástima que Douglas ya tenga una edad
y puede que en breve lo deje. Hubiera resultado curioso ver como su mujer a su
pareja en la vida real, Catherine Zeta-Jones, pero nos conformamos con un Rudd
de mitad de su tamaño en una escena bastante divertida.
Reed ha hecho de esta su franquicia Marvel desde que
fue rechazado hasta tres veces de las adaptaciones anteriores de los “Cuatro
Fantásticos”, manejando mejor a la pareja titular que a Lang en solitario. La
dinámica de ambos aquí hace que el papel de él en la cuarta de Vengadores tenga
sentido, y eso que aquí no hay aportación en el guion de Adam McKay, ya que esa
tarea ahora la asume Rudd. El patrón de genero que presenta ahora la película
es muy diferente a la predecesora, tiene ideas muy atrevidas y eso que vuelve a
descartar detalles que quizás hubieran recargado bastante el ritmo de la cinta.
Da la impresión de estar viendo una comedia de la época dorada de Barbra
Streisand tipo ¿Qué me pasa, Doctor?
Esta secuela está repleta de más ciencia que la
original y la némesis viene además de participar en una serie acerca del
impacto tecnológico en la sociedad actual como es “Black Mirror”. Tiene más
peso que el villano que interpreta Goggins, muy volátil en la trama, no es más
que otro empresario corrupto. La acción y el tono se acercan a “Infinity
War” e incluso avanza el
Multiverso, de ahí su desenlace claustrofóbico. Visualmente es mucho más
juguetona, como se aprecia en la persecución automovilística a tamaño reducido,
casi de juguete, mostrando como la tecnología para encoger ha avanzado y que
parece estar hecha para un parque de atracciones.
En la fase 3 del MCU, de la que ya han pasado cuatro
años, esta película fue un soplo de aire fresco y una gozada ante las
alternativas de otros estudios, con títulos en los que a menudo suelen estar de
por medio Dwayne Johnson o Tom Cruise haciendo monstruosidades. Los pequeños
héroes convierten su épica aventura en
diversión gigantesca, pues esta cinta de superhéroes es menos seria y más
positiva que nunca, con mayor desarrollo de
personajes gracias al carisma natural de Rudd y Lilly, llegando a ser muy
necesario para quitarse el mal sabor de boca del final de Infinity War. No hay
nada como unas buenas risas y emoción a base de
asombrosos efectos especiales digitales.
Sí, se puede salvar el mundo a base de bromas, a veces
cuando tienes momentos insípidos lo mejor es tirar de chistes para tapar un
guion que no resulte tan aburrido y te parezca que todo es muy adorable y
divertido. Una maravilla que la apuesta sea pequeña como sus héroes, pero aún
así es difícil que no guste. Sólo queda esperar ver en la tercera a Kathryn
Newton y como funcionará dentro de una trama escrita por un guionista
procedente de “Rick y Morty”.
Puntuación: 7
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