Falcon y el Soldado de Invierno (2021)

 

                                                                           


La serie que nos presenta al nuevo Capitán América en su desenlace ha sido tildada por la mayoría de seguidores como un error desde el principio, mientras que otros han señalado que el plan de la misma ha tenido fallos, pero que al final se ha arreglado la injusticia del argumento del que partía. Por ello me dispongo a debatir si realmente si se ha hecho justicia o no con los protagonistas y el resto del reparto. La miniserie creada por Malcolm Spellman para Disney + está basada en los cómics de Marvel y centrada en los personajes de Falcon y Bucky Barnes, siendo la segunda producción del estudio en la cuarta fase del MCU, conectando con las películas de dicho universo cinematográfico, concretamente aquí con lo visto en Vengadores Endgame. Spellman es el guionista principal y la dirección la lleva Kari Skogland al completo.


Sebastian Stan y Anthony Mackie repiten sus respectivos papeles cinematográficos del MCU, Bucky Barnes y Sam Wilson, acompañados por Wyatt Russell, Erin Kellyman, Danny Ramirez, Georges St-Pierre, Adepero Oduye, Don Cheadle, Daniel Brühl, Emily VanCamp , Florence Kasumba y Julia Louis- Dreyfus. Cuando se contrató a Spellman, se optó por centrarse en el tema del racismo al recibir Wilson el escudo del Capitán América en la conclusión de Endgame. El rodaje transcurrió entre Atlanta y República Checa, interrumpido por la pandemia de Covid 19, de ahí que la fase cuatro empezase tarde por culpa del virus. Aún así, esta serie nos abre una cuarta película que escriben actualmente los responsables de esta producción de seis episodios de doble acción.


La química entre los dos actores y el contexto social son lo más destacado, pero el ritmo pausado no beneficia a un producto de ciencia ficción con superhéroes de esta clase, ya que siendo una mezcla de acción y aventuras se le esperaba más dinamismo para mostrar la amistad entre los protagonistas, con momentos de comedia dignos de Huida a medianoche, Hora punta, Infiltrados en clase, Dos policías rebeldes, Starsky y Hutch o Ted. La premisa además es muy atractiva, ya que han pasado seis meses desde que Wilson recibió el manto de Capitán América al final de Endgame. En ese momento cuando pasó esto, el siguiente paso es la serie que nos ocupa, que transcurre en la línea temporal del MCU actual, con un motivo ya explicado antes.


Por ello hace piña con Barnes, para adentrarse ambos en una aventura global que pone a prueba sus habilidades y su paciencia. Así, Disney invierte un presupuesto desmesurado, ya que Bob Iger se ha apostado la compañía (y el futuro de Hollywood) en el streaming, la tele que se ve por internet. La extraña pareja siente una innegable atracción por ser las nuevas estrellas que se eleven en la jerarquía de Marvel hasta el nivel de protagonistas, con Mackie confirmando con su actitud que en el fondo no quiere ser el nuevo Capitán América. Por eso en medio aparece Russell como John Walker, un militar de alto rango listo para la acción que por circunstancias acaba convirtiéndose en el US Agente, el polo opuesto de Steve Rogers y cercano a las intenciones del enmascarado Barón Zemo (Brühl).


A la espera de que este año Disney+ estrene She-Hulk y Caballero Luna, esta serie fue en 2021 una muestra de las posibilidades argumentales que aún había por tocar, con el dúo dinámico enfrentándose a la milicia enmascarada de los Sin Banderas (encabezada por Kellyman), afrontando el legado del gran héroe estadounidense que fue el Capitán y la supremacía de los poderosos en este nuevo acto de Marvel. Desde el primer episodio se prepara el camino para la épica aventura llena de acción que se ha vendido, un relato robusto habitual de la máquina que es el estudio, no dejando de lado su creador lo que le interesa de verdad, el explorar si incluso una persona de raza negra es la adecuada para suceder a Rogers.


Las personas negras hasta ahora asumían un rol secundario en el MCU (con excepción de Black Panther); Cheadle aparece brevemente como Máquina de Guerra y en un futuro se abre la posibilidad de que pueda subir de rango en la jerarquía heroica. Rhodes, según analiza el guionista principal, ha sido un vengador que probablemente ya supiera el giro que tomaría la sucesión del manto de Capitán América. Sorprende también cuando menos el nuevo lado de Zemo y quien tiene esta vez como adversario, ya que el barón es aún más complejo como personaje en este universo post – aniquilación (el infame chasquido de Thanos). La historia de su origen se muestra y resulta que en realidad es un héroe.


Sharon Carter (VanCamp) tiene ahora el rol de Mediador de Poder , un misterioso cometido del que poco se cuenta, ya que es posible que sea otro elemento que se guarde Marvel para el futuro (como el cameo sorpresa de la condesa que encarna Louis Dreyfus,Valentina Allegra de Fontaine ). Lo que si conecta con Wakanda es la aparición de Kasumba, pues es ella y no Okoye es la Dora Milaje con quien Bucky se topa. Cada aparición de estas féminas estuvo planeada por Kevin Feige para que en el MCU haya un relevo coherente. Por eso el ritmo pausado da para introducir en cada episodio un concepto, como en el tercero, donde los Sin Banderas han desarrollado un nuevo suero del super soldado que en origen creó al Capitán América (igualmente los créditos finales no hay que perdérselos).


Una serie que acaba tal como prometía de inicio es un acierto, y si hay dos personajes que tienen fricciones en vez de ser uno, mucho mejor. Trae además a escena a Isaiah Bradley (Carl Lumbly), el desconocido primer Capitán América negro de Marvel que para el MCU puede tener más implicaciones de lo que se piensa. Hay viejos enemigos y aliados perdidos, episodios nefastos y otros más cruciales, pero en general tenemos un tono diferente a Loki o a la serie de la Bruja Escarlata y Visión. Spellman aporta al contexto de la mitad del dúo una historia heroica innegablemente negra, teniendo como precedente haber trabajado en Empire. Al mismo tiempo, el aludido juega al despiste, pero conociendo ya las intenciones del creador, la historia negra importa en un mundo post- Thanos, además de coincidir.


Para la directora, Skogland, era clave que al final Sam se quedase con el escudo. Por ello, otro guionista que participa en la serie es el creador de John Wick, Derek Kolstad, cuya influencia en los episodios escritos es más que notable, por lo que mejor decidle antes a vuestras madres que no los vea y que se ponga algo más tranquilo, porque toca temas muy tochos. Y además con la música de Henry Jackman, que le viene como anillo al dedo. Tampoco olvidar que la trama se escribió antes del catastrófico asalto al Capitolio de EEUU en enero de 2021, justificando tanto la pandemia como el Black Lives Matter, es decir, una antítesis de WandaVision ( salvo con el nexo de la salud mental de Barnes).


Con tales finales y principios, la acción descomunal de la serie expande el tono de esta parte del MCU a una sorprendente dirección inspirada en el mundo real, con el rescate del ostracismo de Isaiah Bradley, un personaje menor reinventado al estilo de las primeras películas de Marvel, siendo ello mérito de los guiones de Kolstad. De hecho, se han tejido elementos de los X-Men en el presente universo cinematográfico para tal propósito. Sin dejar de lado la trilogía del propio personaje, regresaron incluso villanos ya conocidos como el encarnado por St-Pierre para capítulos rodados tras los retrasos pandémicos, con novedades como Ramirez (On My Block) entre otros secundarios que van llamando a la puerta.


                                                     


Mackie, como nuevo Capitán América, puede llegar a liderar un renovado equipo de Vengadores en un futuro próximo tras su película de seis horas. Debería seguir esa estela incluso aunque reaparezcan en pantalla los Cuatro Fantásticos, porque ya se ha visto que las estrellas de acción pueden ser vulnerables y el rodaje de la serie en Atlanta (por los beneficios fiscales) por parte de Skogland lo ha demostrado. La parte que debió filmarse en Puerto Rico se canceló por culpa de hasta tres terremotos en la isla, así que el equipo se trasladó a Praga, pero entonces llegó el problemático coronavirus que lo paró todo. Las autoridades checas dieron permiso para retomar la producción bajo una serie de normas que previniesen los contagios.


En República Checa, la gente de Disney/Marvel fueron los únicos estadounidenses a los que permitieron entrar durante el veto de movilidad internacional impuesto por la Unión Europea, ya que dicha restricción impidió el acceso a quien no fuera del mundo del entretenimiento audiovisual. Por eso, hay que considerar la importancia que ha tomado la capital del estado de Georgia en el regreso a las producciones de Hollywood tras lo peor de la pandemia, que afectó bastante a la dirección de la serie, sobre todo en cuanto a tramas de secundarios, como la del personaje de VanCamp, que tenía más peso antes del confinamiento de Praga por el coronavirus.


Rodar bajo medidas COVID debe ser algo terrible, sobre todo si te pilla en el extranjero (no recuerdo exactamente el número de casos que tuvo República Checa), de forma que con lo filmado siempre está la ventaja de poder hacer una posproducción más elaborada que permita mejorar aspectos como la música, ya que así Jackman compuso toda la partitura que acompaña la evolución de Sam y Bucky, con un tema magistral como es Louisiana Hero, el tema satírico del falso Capi y el sonido de Barnes, más enfocado a un civil y que en su conjunto hacen una banda sonora variada de los colegas de Steve Rogers.


Con todas las explosiones y acción aérea de la serie un servidor se ha quedado boquiabierto, ya que la reunión entre héroes y villanos ha sido un espectáculo digno de la trilogía del Capitán América. Las disputas entre ambos y el retorno del antagonista de Civil War han superado mis expectativas y le han dado a Sharon Carter el respeto que se merece pese a lo reducido de su rol (habrá que ver si vuelve como debe ser). Disney + ya es un competidor serio en el streaming, capaz de rivalizar con Netflix o Amazon con contenidos que dejan huella, ya que el sello Marvel es sello de calidad, con su identidad característica que da hueco incluso al humor (los tintes cómicos suelen dividir al aficionado, yo estoy a favor si entran adecuadamente).


Insisto en que el mundo necesitaba un nuevo Capitán América, aunque ello desencadenase una guerra para recoger ese legado, ya que el escudo de Rogers ha arrojado una larga sombra sobre Falcon y el Soldado de Invierno. Era imprescindible porque solo así puede despegar esta fase de Marvel desde el primer hasta el sexto episodio de la serie y también porque Disney + se vende sola con estas producciones exclusivas, como un buen vehículo deportivo o un juego licenciado. La reunión de todos los personajes va más allá de lo que representa el escudo, de forma similar que la armadura del protagonista de The Mandalorian es toda una alegoría, quizás relacionada con todo lo que pasa en esta última década.


Después de Endgame, Marvel ha traído Eternals, Shang-Chi y en breve más secuelas, pero el capítulo inicial ha sido lo más visto hasta el momento, mucho más que los de Mandalorian y WandaVision, y eso desde luego ha hecho temblar los cimientos de Netflix o la poderosa Prime Video. Llena de acción digna de un éxito de taquilla, personajes inteligentemente definidos y ritmo a fuego lento, Falcon y el Soldado de Invierno demuestra ser merecedora del legado del Capitán América con su intriga trotamundos, un mensaje social bastante maduro y el vivaracho entendimiento entre ambas estrellas, Mackie y Stan. No es extraño que la cuarta entrega la vaya a hacer el creador, Spellman.


                                       



En el final de la miniserie despega un nuevo Capitán América, lo cual tendrá su significado en un futuro , pero lo que puede sacarse como conclusión es que la trama completa su ambicioso viaje del héroe, un hombre completamente nuevo tras la máscara a la caza de auténticos depredadores. Esto es lo que hay, puede ser que en su contra haya fracasado en sus nobles ambiciones con una narrativa con cojera por lo que supone continuar tras el dramático fin de una etapa sobresaliente de más de una década. Todos los momentos reunidos hacen que se pueda disfrutar mejor de lo nuevo que viene, quien sabe si el doble de lo ya experimentado. Sea como fuere, la emoción de ver que pasará es indescriptible, ser testigo de ver a Mackie como estrella absoluta de Marvel.


                                 Puntuación: 7

                                       


               

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